Edu Durán. El jugador del Alcázar conduce un balón ante Molina y Nwadike - JB

TW
0

El CD Alcázar estrenó ayer su condición de nuevo club EBA ante su nutrida afición con una victoria ilusionante frente al Jovent d'Alaior (78-72) en el trofeo Ciutat de Maó, I Memorial Padre Petrus.

Los de Arbalejo, a pesar de las bajas sensibles de sus pívots Álvarez y Asanín, mostraron mayor rodaje en su línea de preparación frente a un Jovent aún muy tierno que, paradójicamente, entró en el partido en su último tramo coincidiendo con la pérdida de recursos físicos en el bando rojillo.

Fue mejor el Alcázar defendiendo en individual los dos primeros cuartos, y en zona, los dos últimos. Jugando en el perímetro destrozó al Jovent en el primer acto en el que convirtió seis triples bajo la batuta del veterano Francesc Sabaté (3). Éste, jugo a Piedra, Ayala y Edu Durán, desarbolaron a un Alaior perdido que incurrió en 17 pérdidas en la primera parte, y una falta absoluta de sintonía además de errores ingenuos con demasiada reiteración (30-18).

González, que no se lo creía, puso a la práctica totalidad de su banquillo en pista vista la pobre aportación de Dioum o Nwadike a pesar de su empeño en jugar balones interiores. Pero su ataque estuvo más espeso todavía en el segundo tramo (12-7, 42-25 al descanso).

En la reanudación Faner puso una marcha más al juego de su equipo al tiempo que el Alcázar comenzaba a flojear. El base de Ciutadella y Alex Igual elevaron su protagonismo bien arropados por Patkovic y ahora sí, los pívots Dioum y Nwadike. Pero fue en el último tramo con un parcial de 1-10 cuando el Alaior empezó a creer en el triunfo (66-57) que llegó al 73-67, y ahí se quedó gracias a la determinación de un gran Nacho Ayala y un triple salvador de Piedra. (78-72, final).