El Penya, digno candidato

Empezó el partido demasiado reservado. El Penya Ciutadella cedió completamente el balón al Betis, que tuvo en las botas de Nono, el número 10, a su mejor jugador. El centrocampista se encargaba de repartir juego, moverse y pedir el balón, mientras que el gigante Glory marraba las ocasiones. Pero la mejor oportunidad la tuvo Johny, en el minuto 7, cuando empalmó un tiro que acabó repeliendo la madera ante el asombro de Sant Bartomeu. Poco después tuvo que dejar el campo lesionado.

Tugores se erigió como la figura ciudadelana en la primera parte al detener dos cara a cara con Glory, que en algunos momentos pecó de ansiedad. Con todo el Penya supo mantener la cara al partido y nunca dejó que el Betis jugara con facilidad.

Tras el descanso, en el primer minuto de juego, Ignasi conectó un disparo desde fuera del área que no atrapó Bernabé y que sirvió para que Pons adelantara al Penya. Los de Tudurí se cerraron para defender el marcador y el Betis pasó al ataque, aunque sin suerte.

Pudo empatar el Betis en un penalti de Quel a Nono, aunque García envió su chut al palo. El partido se igualó en el 70 en un centro de David que Crístofer empujó a gol.
En los penaltis la madera repelió dos disparos béticos y el acierto del Penya le llevó a la final.