La voz de la experiencia. Junto con Paco Olmos y Urko Otegui, Diego Sánchez es el hombre al que hay que escuchar dentro del vestuario. Tiene bagaje en la ACB, estuvo dos temporadas con el Tenerife y otras dos con el Manresa y al poco de llegar a Menorca el curso pasado proclamaba que "El Pavelló Menorca me debe un ascenso". La Isla saldó la deuda y ahora le cede al alero la responsabilidad de mantener al equipo en la mejor liga de Europa. "Las sensaciones que despierta el equipo que se está haciendo son buenas, se está apostando por gente joven muy trabajadora pero también con hambre de hacerlo bien", apunta el asturiano, que sabe que su rol dentro del vestuario se antoja importante ante la falta de experiencia.
En este sentido, y ante el evidente recorte de presupuesto que ha obligado al director general del club, Oriol Humet, a hacer auténticas virguerías para confeccionar la plantilla, Sánchez cree que "sumarle a la experiencia jugadores jóvenes que debutan en la categoría es algo bueno, un punto a nuestro favor que nos dará un plus de intensidad para afrontar cada partido". Y es que a la juventud que hay en el equipo hay que sumarle las ganas de este auténtico jabato, que reconoce estar "con muchas ganas de que el grupo empiece a formarse".
A la hora de marcarse un objetivo a nivel individual, el alero del Menorca Bàsquet admite que "tras el año pasado que no fue demasiado bueno, tengo muchas ganas de hacer lo máximo que pueda y muchas cosas bien para poder aportar elementos al grupo en la medida que pueda".
Tras las primeras declaraciones de Miki Servera y Rafa Huertas, presentados recientemente por el club y que dejaron entrever que había plantilla para hacer algo más que salvarse, Diego Sánchez subraya que "ilusión no nos puede faltar y no es malo ser ambicioso, pero sabemos que será difícil, que es la segunda mejor liga del Mundo y tampoco podemos ver más allá de la permanencia, el objetivo que conllevaría el éxito al club". Además matizó que "lo bueno de esta liga es que te pone en tu sitio cuanto antes".
El alero reconoce que "los equipos humildes tienen que hacer malabarismos para hacer un equipo de garantías y la apuesta es para gente que tenga ganas y en ese sentido creo que se está acertando", ya que el de Gijón cree que esa motivación que tendrán los jugadores que debuten en la categoría será un punto importante de apoyo en el juego menorquín.
A la hora de definir al Menorca Bàsquet que, a priori, se verá sobre el parqué, el experimentado jugador advierte que "sin correr y sin defender un equipo como el nuestro en ACB no tiene nada que hacer; son señas de identidad que queremos adoptar por lo que habrá que empezar a trabajarlas cuanto antes".
Sánchez elude que toda la responsabilidad en el aspecto de la experiencia recaiga en él ya que "hay muchos jugadores que tienen peso en el vestuario", pero cree que para que el equipo funcione correctamente "todos deben aportar su granito".
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