La falta de ambición frena al Sporting

Falta de aliciente. Fue una derrota normal (2-1). Porque uno de los puntos más importantes en el fútbol es la moral y la del Gramenet de ayer estaba por las nubes. A la altura de la del Alcoyano. Y así, nadie gana. Porque el Sporting Mahonés de ayer no estuvo mal. Sencillamente estaba salvado y se podría decir que jugó el partido más tranquilo en lo que va de temporada. Perdió la batalla, sí, pero la guerra llevaba una semana ganada.La puesta en escena del conjunto local fue propia de la de unos jugadores que se jugaban la vida. La Gramenet dominaba el balón con un centro del campo muy poblado, dejando a Pedro sólo en la punta de ataque. Sin embargo, el delantero local ponía en muchas dificultades a los centrales, que sufrían ante su movilidad y habilidad. En el 13', a punto estuvo de inaugurar el marcador cuando aprovechó un excelente pase de Nando, aunque su disparo se topó con Eloy. De nuevo Nando fue quien dejó en bandeja, esta vez de cabeza y dentro del área, a Raúl Rodríguez que sólo ante la portería no supo dirigir bien su cabezazo. Se mascaba el gol.Y finalmente llegó. Corría el minuto 24 cuando tras una jugada de nuevo por banda derecha, Raúl Rodríguez centró. Rezzónico no estuvo acertado en su remate y Dani Camacho logró despejar con dificultades. El balón llegó a los pies de Alfaro que disparó desde lejos con tan mala fortuna para los intereses del Sporting Mahonés que en su trayectoria topó con Capó y se desvió, haciendo inútil la estirada de Eloy.El gol dio alas a los locales que salían en peligrosos contragolpes buscando el segundo tanto. Y casi lo logra Pedro cuando recibió un pase al hueco de Alfaro y cuando se disponía a disparar, Dani Camacho logró interponerse. Cuando mejor estaban jugando los locales, una inocente e innecesaria entrada de Raúl en el 39', hizo que el colegiado le mostrara la segunda amarilla y dejara a su equipo con un jugador menos, a poco para el descanso. La segunda parte se inició con el Sporting mucho mejor posicionado y con un Ismael estelar, que repartía con acierto. En una de los acercamientos ofensivos, David Sánchez hizo un excelente centro al segundo palo para que Iray, completamente sólo, pusiera no sólo el empate en el electrónico, sino el silencio en las gradas. Con la igualada, el conjunto de Esteva se sintió muy cómodo, y es que en la tarde de ayer se pudo ver cómo Ismael, al que su renovación por el Sporting parece complicada, jugaba entre líneas haciendo mucho daño a un centro del campo catalán que notaba cada vez más el cansancio de jugar con uno menos. Fueron los mejores momentos de los hombres de Joan Esteva.
Sin embargo, el técnico Piti movió ficha y puso en el campo a un espigado delantero Óscar Muñoz que suponía otra referencia más en el ataque local. Y el cambio surtió efecto, ya que hizo que la defensa mahonesa se retrasara un poco más. Cada vez quedaba menos tiempo, y el reloj jugaba en contra de la Gramenet, que se iba precipitando en ataque con balones largos que lograba rechazar la buena defensa del Sporting Mahonés.