El CE Alaior se reencuentra con la victoria ante un dócil Llosetense

Los hombres de Andújar se jugaban prácticamente la temporada pero la pregunta es: ¿Sigue el técnico murciano ejerciendo o es Lito Alzina, ya que, el alaiorense, desde la banda daba todas las instrucciones mientras el entrenador titular estaba sentado en el banquillo sin dar ninguna indicación.

Empezó el partido con Dani Marquès y Tudurí en el eje de la zaga y con el Alaior yendo a por todas pero el primer aviso lo dieron los hombres de Pep Planes a los siete minutos cuando Crespí se internó en el área, se zafó de Ernest y su disparo lo despejó Toni a córner. Fue un espejismo porque los locales decidieron el partido en dos fogonazos.

A los 17 minutos la pizarra albinegra funcionó a la perfección. Dani Marquès lanza una falta, el balón lo recoge Calero y su centro lo remata a la red Joan Melià en el segundo palo. Dos minutos más tarde David Mas, tras jugada personal, soltó un zapatazo desde la frontal del área y se encontró la colaboración de Ricardo, el meta visitante, que se introdujo el balón en su portería.

A pesar del 2-0, el Alaior siguió mandando en el terreno de juego y a la media hora pudo conseguir el tercero tras pase de Calero a David Mas, cuyo disparo salió alto. Los visitantes seguían a merced de los albinegros pero el polémico árbitro Guardiola Rotger los quiso meter en el partido a falta de un minuto para el descanso inventándose un penalti de Pere sobre Xisco. La fortuna se alió con el Alaior ya que Toni detuvo el lanzamiento de Ravi.

Tras el descanso hubo un doble cambio visitante estéril para los inetereses del Llosentense. A los 66 minutos David Mas dictó sentencia tras un centro del recién incorporado Sergio, que remató el delantero local para subir el 3-0. El Alaior se siguió gustando y moviendo el balón como no se recordaba en Los Pinos y diez minutos más tarde llegaba el cuarto.

Joan Melià bota un córner que le llega a Calero, que centra y Tudurí, incorporado al ataque, bate a Ricardo con una volea preciosa. El Alaior siguió dominando hasta el final y rompió, tras siete derrotas, su mala racha a base de goles y buen juego.