La dolorosa derrota ante el Badalona y el pobre juego exhibido por el Sporting Mahonés han abierto un boquete en la línea de flotación del equipo que parecía estable después de acumular nueve jornadas consecutivas sin perder en este recién iniciado 2010.
Sin embargo las pobres prestaciones mostradas por el grupo de Joan Esteva unidas a la dificultad enorme del calendario que se le echa encima elevan el grado de preocupación tanto en los aficionados como en todos los estamentos de la entidad. El presidente, Paco Segarra, no ocultó su inquietud ayer al tiempo que censuraba la actitud de algunos de los jugadores a los que, en su opinión, les falta poner más ilusión en lo que hacen, y retaba al entrenador, Joan Esteva, para que sea atrevido y ponga a jugar a los que realmente la tienen.
"Sí, este es el momento en el que estoy más preocupado porque en la primera vuelta tuvimos una mala racha pero había margen de mejora para reaccionar, y ahora no tanto, sabiendo que debemos ganar tres o cuatro partidos más para salvarnos. Sí, la preocupación ahora es máxima".
La solución, indicó el presidente a este diario, sólo pasa porque el entrenador alinee a los jugadores que están ilusionados, meten el pie y quieren la victoria desde el inicio. Confía en el técnico Joan Esteva, a quien pretende ofrecer la renovación si el equipo logra la permanencia pero le pide valentía en sus decisiones para cambiar esta dinámica. El caso de Raúl Vates, de nuevo lesionado, cuando tenía que ser una de las referencias de la plantilla, lleva a Segarra a señalar que "no lo he visto jugar y no puedo opinar, entre otras cosas porque ha estado casi siempre en el dique seco pero cuando ha estado bien si lo pones tres partidos seguidos igual coge la confianza que necesita para desplegar su fútbol".
Sancionar al equipo o a los jugadores cuyo rendimiento no complace, no es la alternativa que baraja el presidente, pero sí aprovecha la cuestión para recordar que "de los 80 equipos que hay en la Segunda División B, sin contar los filiales, sólo 15 o 16 están al día en los pagos con los profesionales, y el Sporting Mahonés es uno de ellos. En nuestro grupo hay 14 clubes que no pagan y el nuestro sí lo hace, eso quiere decir que hacemos un sacrificio brutal y por eso mismo estoy en el derecho de exigirles el máximo porque yo cumplo y me rompo la cara para hacerlo. Lo fundamental es que los profesionales cobren, esto lo tengo claro, pero ellos también deben cumplir".
A pesar de la coyuntura actual y del calendario que viene, Segarra es optimista, "yo estoy convencido que el equipo se va a salvar y si no fuera así, no dejaría tirado al club aunque tampoco lo puedo sostener yo sólo y la gente y las instituciones lo tienen que querer".
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