Xavi Molina. El jugador del Atlètic fue el más entonado del equipo bermellón, aunque no pudo evitar la derrota - Myriam Traid

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La derrota (0-3), en sí previsible, no cambia mucho el panorama de dificultad que mantiene el Atlètic en su lucha por evitar el descenso. Es cierto que uno de sus rivales directos (Collerense), ganó y que los dos de la cola le sobrepasaron, pero sí que denota cierta frustración como deberían marchar las cosas. Más allá de lo meramente deportivo, llamaron la atención las palabras del técnico, Marc Serrano, al final del encuentro, quejándose de cierto pasotismo en cuanto a compromiso o plena dedicación al objetivo de la salvación.

Como dice el tópico, a perro flaco todo son pulgas, y esto en buena medida se puede utilizar viendo la primera parte del partido de ayer, extraña y desgraciada para el Atlètic y sorprendente en el marcador. Incluso directivos del At. Balears no se creían que su equipo se fuera al marcador con un holgado 0-2, viendo las ocasiones del Atlètic, y las facilidades defensivas que ofrecía su equipo. Ante uno de los gallitos el Atlètic creo más y mejores ocasiones que en muchos otros encuentros, y sólo la desgracia del colista y la suerte del más fuerte, motivó un 0-2 que dejaba el partido casi sentenciado. El At. Balears, en la primera jugada, marcó el 0-1. El mal despeje de Isaac lo aprovechó Arnau para inaugurar el marcador.

Al contrario de lo que podría esperarse, el partido no fue dese­quilibrado, e incluso en muchos tramos el Atlètic piso terreno contrario. Y de este "dominio", con la ayuda de una defensa endeble del rival, se crearon las ocasiones para haber marcado, al menos un tanto. Increíblemente, el balón topo en la madera en dos ocasiones y otra sacó un defensa sobre la línea al remate a boca jarro de Thiago. Para no creérselo.

Paradójicamente en la jugada siguiente de una doble ocasión, el At. Balears, marcó el segundo. Así y todo, primero Rafael en un mal control y después Moreno, que mandó al travesaño, vieron como se esfumaba la oportunidad de acortar diferencias. Pudo ser peor a poco del descanso cuando Giovanni desaprovecho un error de Nazutti, y no marcó.

En la reanudación, el temprano gol de Edu a saque de esquina, finiquitó cualquier atisbo de reacción. A pesar de ello, el Atlètic siguió plantando cara a su rival y gozo de aproximaciones, aunque menos claras que en la primera mitad. El At. Balears se conformó con el 0-3.

Se realizaron los cambios de costumbre. El At. Balears llegó a jugar con cinco jugadores de color, mientras que el Atlètic intentaba en lo posible, minimizar cualquier situación de riesgo en cuanto a lesiones o a tarjetas que pudieran mermar aún más la precaria situación de efectivos.

Al final, derrota esperada, pero no por eso menos dolorosa, que le deja de nuevo colista, aunque esto es más anecdótico, ya que lo importante es que tras los resultados se ve por segunda semana consecutiva a ocho puntos de la salvación, que ocupan esta semana Alaior y Ferreries.

Serrano: "Fallamos en lo mismo de siempre"

"Fallamos en lo mismo de siempre, no marcamos las ocasiones que creamos y el rival, como hoy, nos marca en el primer minuto y ya debemos ir a remolque", se lamentó Marc Serrano, técnico local al término del encuentro.
Serrano destacó que "trabajamos bien y luchamos, pero, claro, si se fallan estas ocasiones todo se complica. No es una excusa, pero la verdad es que nos ha pasado en muchos partidos".

Recordó que su equipo sólo dispuso ayer de 13 jugadores "y en el último momento perdemos a otro por quinta tarjeta –Gasparini– , y ahora me entero que mañana es fiesta (hoy para el lector) y parece que trabajamos para nada".
Añadió Serrano que "debería dar descanso a alguno para que espabilara un poco pero la situación es la que es. No somos tan malos, pero siendo el colista todo se complica más".