Txema y Lacueva. Los delanteros del Mercadal obstaculizan a un jugador del Esporles en el partido de ayer - T.T.

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Vibrante partido el de ayer en el municipal de 'Son Quint' que catapulta al Mercadal hacia cotas mayores que a las de una salvación que ya es virtualmente suya.

El choque fue defensivamente malo, pero al espectador, lo que le interesa son las jugadas y los goles que se puedan dar en un partido (3-4). Y eso fue lo que se vio ayer: dos equipos que, 'pasando' de corsés defensivos, se lanzaron hacia el marco contrario para mayor alegría de los aficionados que pudieron disfrutar de un bonito espectáculo.

Pudo ganar cualquiera pero al final, triunfo de los ayer gualdiazules, con un guarismo tan espectacular como fue el partido en sí, aunque el Esporles mereció algo mas que una derrota que lo hunde en el pozo.

Y eso que el partido no pudo comenzar peor para las huestes de Yeray Rodríguez. Un error monumental en la marca del Mercadal propició el limpio remate de Gaspar, que con la testa alojó el balón al fondo de las mallas de un nervioso Cristian. Txema, de seco disparo, tuvo el empate en sus botas, pero un defensor sacó el esférico de la misma raya de gol.

Seis minutos después, la herida se agrandó para los de Yerai con el gol de Juanpi. Afortunadamente, una acción de estrategia de Marcos Vaquero fue ejecutada con el pie por Óscar Galmés, acortando distancias. Frade por parte local y Lacueva y Mendiaroz por parte 'mercadelenca' tuvieron en sus botas sendas opciones para modificar el marcador antes del descanso, al que se llegó con 2-1.

En el segundo tiempo, todo continuó igual. Las ocasiones iban cayendo de un lado u otro en un partido que, por momentos, se volvía loco. Acertó primero Berto Vaquero. Deshizo la igualada el recién entrado Rubén Rueda con la cabeza tras el saque de una falta.

La presión local llegó a ser por momentos agobiante en esta fase del partido.

Afortunadamente para el Mercadal, Cristian ya estaba enchufado al partido, mostrando seguridad y concentración en sus intervenciones. De esta forma, habilitó a su equipo para que en una eléctrica transición, Marcos Vaquero recogiese el rechace de la madera a disparo inicial de un compañero suyo. Con 3-3, el Esporles quedó tocado y el Mercadal lo aprovechó para apuntillar merced al remate de Alberto Mendioroz.

Con todo perdido, la presión final del Esporles fue asfixiante. Incluso una pena máxima por agarrón a Julio dentro del área tras un saque de esquina fue 'esquivado' por el ayer pésimo colegiado Santiago Varón que, en un partido sin dureza ni complicaciones, se excedió en su severidad a la hora de castigar con tarjetas tanto al Esporles como a un Mercadal que, con el triunfo de ayer, está virtualmente salvado del descenso y apunta más arriba.