Hay que remontarse al año 2005 para rememorar la última final que disputó el ViveMenorca.
Tal día como hoy, hace cinco años, el club entonces presidido por José Luís Sintes cayó derrotado por 75-74 en Huesca -plaza que curiosamente también cobija hoy la final de la Copa Adecco Plata- perdiendo de nuevo la oportunidad de llenar las vitrinas de la entidad, en las que lucen los dos títulos baleares obtenidos en los 80 y la Liga EBA lograda en la F8 de Chipiona '97.
Pero en la final de hoy no sólo está en juego un título que exponer.
Sino que el campeón de Copa gozará del privilegio de ser poseedor del factor cancha si se llegase a un quinto encuentro en los play off. Más aún, el envite que esta tarde llenará el Pabellón Javier Imbroda Ortiz (13 horas) cuenta con un componente moral destacable.
El líder de la Adecco LEB Oro sigue intratable en su feudo en la presente temporada y el ViveMenorca, su máximo perseguidor necesita, de una vez por todas, colgarse los galones que le corresponden en esta liga, por aquello de ser el ex ACB y principal candidato al ascenso -con permiso del CAI-.
En un encuentro marcado por el regreso de Paco Olmos, Ciorciari, Caio Torres y Cuthbert a su anterior equipo, en el ViveMenorca saben muy bien que ganar en Melilla supondría dar un golpe de autoridad. El cuadro menorquín llega con ganas al choque de hoy.
Sólo hacía falta escuchar a Diego Ciorciari nada más subir al avión. El argentino, sentado junto a Josep María Guzmán, le explicaba al catalán cuáles iban a ser las directrices del encuentro: "No hay que dejarles anotar", decía, y que había que salir intensos desde el principio.
Pero no será tan fácil. Ambos conjuntos vienen de perder sus respectivos encuentros de liga en la pasada jornada y enlazan una breve racha negativa.
El ViveMenorca enlazó su segunda derrota consecutiva, mientras que el Melilla también llega en su peor momento de resultados, con tres derrotas en los últimos cuatro partidos.
El líder, el invicto en casa, también es humano. Sin embargo, la pequeña crisis resultadista no esconde la realidad de un bloque que resalta por su profundidad de plantilla y amplitud de recursos.
Tipos como Starosta, Coppenrath, el ex internacional Nacho Romero o Skolderbran, dotan su juego interior de un nivel que encuentra difícil parangón en comparación con el resto de rivales de la liga.
Su batería exterior tampoco desmerece. Robinson, Héctor García, Rafa Huertas o los bases Jiménez y González son nombres propios en la segunda liga del país.
Las trazas que determinan su perfil de juego se fundamentan básicamente en la defensa y la intensidad, posible de aplicar gracias a la numerosa rotación con la que cuenta García de Vitoria, en su día, alumno de Paco Olmos.
Este extremo nutre precisamente de mayor incertidumbre si cabe el pronóstico de la cita, pues la similitud de potencial respecto al Menorca es notoria.
Todo hace prever un partido abierto y parejo, a la altura de lo mucho que hay en juego.
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