Derrota. La última llegó el domingo frente al Barcelona y dejó al equipo colista

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M.J.U. Maó
El ViveMenorca ocupa la última posición de la tabla clasificatoria por segunda vez en el campeonato a falta de siete partidos para la conclusión. El equipo menorquinista se halla, como cada año, al borde de un precipicio tratando de evitar la caída a la LEB, esa categoría que tanto atrajo al aficionado isleño en su día pero a la que ahora nadie quiere regresar tras haber vivido cuatro años en la élite y disfrutado del mejor baloncesto del continente.

El grupo de Imbroda ya fue colista en la jornada siete tras perder en la pista del Fuenlabrada aunque dejó de serlo a la semana siguiente venciendo al CAI en Maó. En las 25 jornadas del campeonato, el Menorca ha ocupado posición de descenso durante 10 fechas, una cifra, en todo caso, lejana a la que sufrió en su segundo año en la Liga ACB en el que permaneció entre la última y penúltima plaza prácticamente todo el campeonato, 30 jornadas de las 34 que componían la Liga -seis y meses y medio-, y acabó salvándose tras un sprint final espectacular en el que acumuló cinco triunfos en los últimos siete partidos. La salvación, que parecía utópica dos meses antes del final del campeonato acabó siendo una realidad incluso pese a la derrota en la última jornada, en la pista del Murcia.

La historia, por tanto, juega a favor de un equipo que ha sabido vivir a caballo de la angustia y la necesidad de responder en partidos terminales aunque tanto flirteo con el descenso puede acabar teniendo un precio. Este año ya ha dejado escapar un par de esos encuentros en los que antes no fallaba. Las derrotas en Maó ante Murcia y Bilbao, fundamentalmente, le han abocado al estado agónico habitual de cada año. La campaña anterior, por contra, el Menorca vivió un campeonato más plácido ya que había sumado 12 victorias a seis jornadas del final. Sin embargo, ya no enlazaría ninguno triunfo y acabó evitando el descenso el último día, con el pánico como acompañante.

Un resultado del pasado fin de semana, la victoria insospechada del Cajasol ante el Joventut en Badalona, ha socavado las previsiones más moderadamente optimistas de este tramo final del campeonato. El equipo de Pedro Martínez, con seis triunfos, ha abandonado la última plaza, progresa muy adecuadamente, y como consecuencia obligará al ViveMenorca a sumar, probablemente, cuatro triunfos más para eludir el descenso. Con tres, es muy difícil que pueda salvarse porque el Cajasol, al ritmo que va y todavía con un partido menos que el ViveMenorca, está en disposición de sumar esas cuatro victorias más. Y el Murcia ya tiene siete, su calendario es mucho más complicado pero tiene el basket average favorable respecto a los de Imbroda.