Ganar en Aragón. El ViveMenorca tiene una prueba importante en un Pabellón Príncipe Felipe a rebosar

TW
0

Miguel Juan Urbano Zaragoza (enviado especial)
Si estuviéramos en un casino y el ViveMenorca apostara a la ruleta, el croupier diría solemnemente aquello de: "no va más". Y es que, técnicamente esa es la situación en la que se encuentra este ViveMenorca coleccionista de derrotas en su peor racha desde que habita en el firmamento del baloncesto nacional.

Comienza la hora de la verdad, sin duda.

Una vez mal recorrida la cuesta de enero y también la de febrero sin un mísero triunfo que las edulcorara, el equipo de Javier Imbroda vuelve a la competición este mediodía en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza, tras la semana de parón por la disputa de la Copa. Se trata, en todo caso, de algo muy similar al comienzo de otra competición corta -10 partidos- y decisiva para el combinado mahonés, tanto como para su rival, el CAI Zaragoza en la que está en juego la permanencia. Ambos están con 5 victorias -el Menorca tiene un partido más- , ambos con un calendario similar y ambos sacudidos por la ansiedad de ganar un partido de inmediato. El CAI sólo ha logrado un triunfo en las últimas trece jornadas.

Zaragoza, donde llegó ayer al mediodía en el AVE el ViveMenorca, será hoy, con toda seguridad, una encerrona porque el mensaje lógico emanado desde el club maño es que el triunfo no se puede escapar bajo ningún concepto. La grada estará teñida de rojo, los decibelios se multiplicarán con trompetas... todo para conducir a los suyos y descarriar a los de Imbroda. La réplica hasta donde puedan la darán los casi 200 menorquines que han solicitado entradas al club maño, entre los desplazados de la Isla y los estudiantes residentes en Catalunya. Considerando que el partido se juega en la ciudad aragonesa diríase que el choque resulta más determinante para los de Angulo, aunque no demasiado. Si el Menorca cae y el Murcia vence al Granada el equipo mahonés quedaría en una posición angustiosa, a dos triunfos más el average del Murcia, y a uno del CAI.

El conjunto menorquinista acumula, a la fuerza, una experiencia en este tipo de conjeturas próximas al límite, en las que sabe manejarse con cierta ventaja. La de hoy, además, la afronta con varios elementos para el optimismo. Los jugadores han disfrutado de cuatro días de descanso por primera vez en lo que va de temporada que les deben haber servido para formatear su mente y partir de cero, han tenido tiempo de asimilar más y mejor la idea del baloncesto del nuevo entrenador que parte desde la defensa, y además la incorporación de Fred Weis para el juego interior tiene que permitir, por fin, un salto de efectividad en la pintura y conceder menos responsabilidad a los exteriores que un día u otro tienen que recuperar el acierto perdido ante la canasta rival. Otro elemento para la esperanza es lo bien que se le da al Menorca esta cancha, donde ha ganado en dos de sus tres visitas anteriores, aunque fueran en LEB, y el referente más cercano que fue el partido de la primera vuelta en Maó, donde los Stojic y compañía pasaron por encima del CAI (102-75). Precisamente entonces el capitán anuló a su mejor jugador, Quinteros, al que hoy tratará de reducir de nuevo en una de las claves del partido.

Hasta el momento todas las gestiones que ha abierto el club a través de su gabinete deportivo que encabezan Imbroda y el director general Sunil Bhardwaj, para hallar un tirador que actúe como escolta y pueda auxiliar a la dirección de juego, no han dado resultado. El deseo del presidente que pretendía haber reforzado el equipo con dos jugadores más se ha quedado limitado a la llegada de Weis, que sí se antoja de lo más positiva si hoy comienza a demostrar su valía, y la recuperación de un tono físico adecuado para ayudar al equipo.

Pero aún sin refuerzos exteriores, el ViveMenorca reúne argumentos para aspirar a la permanencia porque lo ha demostrado ya en algún momento de la Liga. Si el juego interior va a mejorar con el gigante francés, y el exterior recupera el nivel que tuvo, las victorias ante rivales directos tienen que llegar. Hoy puede ser el momento adecuado. "Si ganamos en Zaragoza, estoy seguro que el equipo va ir hacia arriba", ha dicho Imbroda. Y es que un triunfo aquí, a orillas del Ebro, cerquita de la Virgen del Pilar, sería sinónimo de permanencia.