La lógica hacía predecible las derrotas del equipo isleño ante Real Madrid, Unicaja, Tau Vitoria y DKV Joventut, y más discutibles son las sufridas ante Cajasol-a pesar de ser en Sevilla- y, sobre todo , el jueves pasado ante el Iurbentia, cuando un sector de la afición que llena el Pavelló Menorca dejó ir su malestar en forma de bronca hacia su propio equipo y hacia Ricard Casas... y aplaudió al equipo rival, sobre todo al ahora bilbaíno Damir Markota.
Es una parte de la afición que expresó su insatisfacción con el rendimiento del equipo... algo que no fue bien acogido tanto por Casas como por Sintes al finalizar ese partido, y que al mismo Txus Vidorreta sorprendió. Realmente, a pesar de que el abonado tiene derecho a expresar su opinión, abuchear al propio equipo no parece la mejor forma de salir de un mal momento.
Mientras, el equipo tiene una semana para preparar un partido vital contra el Murcia con el club atento al mercado: a pocos les extrañaría que al alero americano con pasaporte belga Marcus Faison -que con tan sólo un entrenamiento la tarde anterior debutó el domingo ante la Penya en Badalona con la lógica falta de acoplamiento, y del que hay que esperar que aumente las prestaciones del equipo- se le sumara un pívot capaz de aumentar la rentabilidad de un juego interior que no acaba de dar resultado.
Con Eley exprimido y con un evidente bajón de juego, un Urko Otegui que cumple con creces su cometido y un Coco Ivanov del que hay que esperar que repita con mayor asiduidad la actuación que como "cuatro" mostró en el Olímpic de Badalona, en el ojo del huracán del aficionado se encuentra la actuación de Jesús Fernández y de Vladimir Boisa sobre todo en la aportación anotadora. Ni que decir tiene que el tema de los cupos haría que el descartado fuera Boisa en el caso de acudir al mercado.
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