Marco Asensio celebra el gol que dio el pase a la final para España. | Miguel Gutiérrez

TW
0

El fútbol español y balear tiene una ocasión de oro para volver a ser el monarca olímpico en Tokio 2020, casi tres décadas después de la gesta de Barcelona 92. Allí hubo dos futbolistas isleños, Chichi Soler y Gabriel Vidal; veintinueve años después, Marco Asensio y Rafa Mir tienen la opción de reeditar aquella gesta, con la plata ya asegurada tras el decisivo tanto del calvianer, que sirvió para eliminar a la anfitriona Japón en semifinales (1-0), que dio continuidad al hat-trick de Mir con el que se dio la vuelta al cruce de cuartos de final frente a Costa de Marfil (5-2).

Delante estará Brasil (13:30 horas, La 1), la defensora del título olímpico logrado cinco años atrás en Río por Neymar y compañía, el único que ostenta la pentacampeona mundial, pero que se las verá con un bloque que ha ido creciendo con el paso de los días, desde las dudas del empate inicial frente a Egipto hasta la remontada en cuartos frente a Costa de Marfil y la fe frente a Japón para amarrar un hueco en el cajón de los Juegos.

Bloque

Con Mir llamado a la titularidad de nuevo y la duda de su Asensio retornará al once de salida, Luis de la Fuente tiene definida la base de un bloque que derrocha ilusión ante un partido que vale una medalla de oro olímpica. Una ocasión única para muchos de sus protagonistas. Unai Simón, Cucurella, Merino, Oyarzabal o Pedri son varios de los nombres propios de una selección que está a 90 minutos de igualar el éxito de la ‘Quinta del Cobi', tras atar la cuarta presea olímpica para el balompié masculino español, tras las platas de Amberes 1920 y Sydney 2000, unidas al oro de Barcelona 92.

Brasil llega con un equipo joven, talentoso pero sin gran experiencia en torneos de este calado, y en el que los galones de Dani Alves y el gol de Richarlison (5 dianas en otros tantos encuentros, máximo goleador en Tokio 2020) marcan las diferencias. El punta del Everton ha sido el referente ofensivo de la ‘canarinha', que tuvo que llegar a los penaltis para apear de su camino a México, tras sufir en cuartos ante Egipto (1-0) y después de una notable fase de grupos, con victorias ante Alemania (4-2) y Arabia Saudí (1-3), junto a un empate (0-0) frente a Costa de Marfil.

Para muchos la final esperada de estos Juegos, dos nombres propios dentro del universo futbolístico que persiguen la gloria olímpica en Yokohama, donde se producirá el reencuentro entre dos equipos que no se veían las caras en esta cita desde Montreal 76, cuando Brasil se impuso por un ajustado 2-1, con tanto de Idígoras para España. Con la duda de Matheus Cunha después de sufrir molestias musculares que ya le dejaron sin jugar en semifinales frente a México y que le han hecho entrenar aparte, Richarlison tendrá que asumir protagonismo.

Con España esperando ser la dominadora del balón, la velocidad al espacio del propio Richarlison junto a otra perla brasileña como es Antony y Paulinho son las grandes armas de la selección sudamericana para emular a Argentina como la única selección, en formato sub-23, que se hace con el oro olímpico de forma consecutiva.

El de hoy es el gran desafío de España, el momento esperado. El camino hacia lo alto del cajón pasa por la victoria.