A la media hora estaba ya todo decidido. El resto fue un mero trámite; evitar lesiones, repartir esfuerzos, homenajear con honores a Rudy Fernández en su despedida de las pistas españolas y llenar la maleta con el cariño del público para ir a los Juegos con la batería al cien por cien y la ilusión como cargador.
A cuarenta segundos para el final, Rudy abandonó la pista y el juego se interrumpió para que los seguidores y los jugadores de ambos equipos pudieran aplaudir al jugador mallorquín, que agradeció las muestras de cariño que le brindaron.
Al final del encuentro, las luces se atenuaron y se ofreció en las pantallas gigantes un vídeo con los momentos más decisivos del palmesano durante los años que ha vestido la casaca roja.
Con la pista entregada, saltó a la pista su familia, incluida su abuela, circunstancia que le emocionó especialmente.
Tras recibir varios obsequios y entregar una de sus camisetas a Lucas Vázquez, jugador del Real Madrid, el palmesano se dirigió al público para agradecer el apoyo recibido durante toda su carrera. «Os soy las gracias a todos y en especial también a todos mis compañeros que me han ayudado tanto. Ahora les animaré como un espectador más, pero antes tenemos un reto enorme por delante que son los Juegos y tenemos que disfrutarlos», manifestó el jugador de las selección, que disputará sus sextas olimpiadas.
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