Imagen de archivo del campo de Na Capitana, en Petra. | UE Petra

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Laura Santos Fernández lleva años arbitrando partidos de fútbol de diferentes categorías. Eso sí, en Mallorca apenas ha pisado los terrenos de juego durante el último mes, pues hace unas semanas se adscribió al Comité Balear de Árbitros de Fútbol tras pertenecer varias temporadas al andaluz. De esa comunidad llegó a la Isla a finales del pasado mes de noviembre esta sevillana envuelta en una polémica en la que la lengua se ha metido de lleno en el mundo del deporte, al ser señalada por expulsar al entrenador del Petra alevín, que justifica esa decisión a raíz de una supuesta discriminación lingüística, al reclamarle la colegiada que le hablara en castellano, tal y como refleja el acta del encuentro disputado el pasado sábado en Na Capitana.

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El propio Comité Balear de Árbitros y la Federació de Fútbol de les Illes confirmaron su adscripción hace apenas unas semanas, poco después de instalarse en Mallorca hace apenas tres meses. Aquí, esta licenciada en Psicología de 24 años trabaja en un centro de menores con diversidad funcional en Inca, a la par que prepara oposiciones para acceder al cuerpo de la Guardia Civil. Todo, lo compagina con su pasión por el deporte y el arbitraje, que ha llevado a Laura a la primera página de los medios a raíz de esta polémica.

En menos de tres meses en Mallorca, y con uno apenas de rodaje por los campos de fútbol de Mallorca, su nombre ha trascendido para verse envuelta en un incidente en el que lengua y deporte, en este caso fútbol y de formación, vuelven a chocar. Y de tal magnitud que ha obligado a la colegiada a actuar en sus cuentas en las redes sociales para frenar la cadena de mensajes y menciones recibidas.