Los jugadores del Granada celebran uno de sus goles ante el Barcelona con Lamine Yamal en primer término este domingo en Montjuic. | ALBERT GEA

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Primera División | Jornada 24 | 11/02 21:00 | Final

El Granada, penúltimo clasificado de LaLiga EA Sports, sumó este domingo un trabajado empate (3-3) en el Estadio Olímpico Lluís Companys, donde el Barcelona volvió a mostrar sus carencias defensivas y se salvó de otra derrota sonrojante gracias a dos goles del adolescente Lamine Yamal.

El equipo de Xavi Hernández no aprovechó la derrota del Girona, segundo clasificado con cinco puntos más que los azulgranas, ante un rival de la zona del descenso que desnudó los males crónicos del vigente campeón, que ya tiene al líder, el Real Madrid, a 10 puntos.

Fue valiente el uruguayo Alexander Medina en Montjuïc. Planteó un encuentro rocoso, con una defensa de cinco pero sin renunciar a presionar hombre a hombre la salida de balón del Barcelona, que jugó de inicio con Pau Cubarsí e Íñigo Martínez, dos centrales con buen pie, además de Marc-André ter Stegen, que regresaba tras tres meses en el dique seco por una lumbalgia.

Ni así el Barça domó el encuentro. Intensos sin balón y afilados con él, los jugadores andaluces no se asustaron en casa del vigente campeón de Liga pese a solo haber sumado un punto de 33 posibles lejos del Nuevo los Cármenes.

Y eso que los locales se avanzaron con un tanto de Lamine Yamal (1-0, min.14) tras trenzar la primera jugada colectiva. De Jong puso el balón a Cancelo, que desde la banda izquierda sirvió un caramelo al delantero catalán que conectó el balón con la bota diestra en el segundo palo para batir a Batalla.

El gol no hundió al Granada, sino todo lo contrario. Sus futbolistas ganaban casi todos los duelos individuales a los azulgranas, que no conseguían superar la presión con un Ter Stegen algo oxidado con los pies.

Los primeros avisos a la zaga azulgrana no tardaron en llegar. Faitout Maouassa, que entró en la alineación a última hora por las molestias de Carlos Neva en el calentamiento, y Óscar Melendo fueron los primeros en pisar el área rival con cierto peligro.

Ante la dificultad de dominar el duelo en campo rival, el Barça gozó de sus opciones a la contra. En la más clara, Lewandowski se quedó a un suspiro del gol, que salvó Hongla bajo palos.

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Perdonó el Barça y se cumplió el tópico: del 2-0 se pasó al 1-1 (min.43), obra de Ricard Sánchez que embocó de primeras un centro del uruguayo Facundo Pellistri, que culminó su excelente primer tiempo con una asistencia.

En la reanudación, varió algo el plan inicial Medina, consciente del desgaste físico del primer tiempo, bajó algo la presión, pero el partido se jugaba a lo que quería su equipo. Y aparecieron los fantasmas de la derrota contra el Villarreal de hace un par de semanas (3-5).

La banda izquierda azulgrana hacía aguas y lo aprovechó Pellistri para poner el miedo en el cuerpo de los azulgranas con un remate que salvó Ter Stegen con la cara. En la siguiente jugada, en otro descalabro defensivo de los locales, Uzuni se aprovechó de la indecisión de Cubarsí para regalar el segundo al delantero uruguayo, que se desquitó del mano a mano anterior (1-2, min.60).

Tres minutos tardó el Barcelona en empatar (2-2, min.63). Triangularon Cancelo y Gündogan, que sirvió el balón de cara a Lewandowski para resolver con solvencia ante Batalla. Era la décima asistencia del alemán en lo que va de temporada.

Pese al gol, no frenaron la sangría atrás los de Xavi Hernández. Sin tensión ni orgullo competitivo para salvar un partido contra el penúltimo clasificado, su rival lo tuvo tan fácil como encontrar Maouassa en la banda, que centró un balón preciso rematado por Ignasi Miquel con la testa para marcar el tercero (2-3, min.66).

Cuando más tocado de muerte parecía el Barça, un chaval de 16 años dio una vida extra a su equipo. Lamine Yamal se inventó un zurdazo (3-3, min.80) que despertó a sus compañeros y al voluntarioso público de Montjuïc. Anotó el internacional español el tercer tanto en LaLiga, todos ellos contra el mismo rival: el Granada.

En la siguiente jugada, el Granada volvió a poner el miedo en el cuerpo del Barça. Uzuni desnudó por enésima vez la defensa azulgrana y conectó un zapatazo que salvó Ter Stegen.

Lo intentó hasta el final el equipo azulgrana. Pero sin fútbol fue incapaz de ganar al Granada, que encadena cinco duelos directos contra los azulgranas sin conocer la derrota. El equipo andaluz sigue lejos de la salvación -a siete puntos- pero demostró orgullo contra un gigante que ya sabe cuál su objetivo en LaLiga: lograr el billete para la próxima edición de la Liga de Campeones.