«La Premier toma nota de la sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el 'caso de la Superliga' y sigue rechazando cualquier concepto de este tipo y condena la propuesta», indicó la competición en un comunicado.
La Premier, que examinará «a fondo» una sentencia «importante» del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que ve ilegal el veto de la UEFA y la FIFA a la organización de la Superliga, sostuvo que el fallo «no avala» tal competición.
«Los aficionados son de vital importancia para el fútbol y han dejado clara una y otra vez su oposición a una competición disidente que rompa el vínculo entre el fútbol nacional y el europeo», explicó el comunicado en el que reiteraron su «compromiso con los claros principios de la competición abierta que sustentan el éxito de las competiciones de clubes nacionales e internacionales».
Para la liga inglesa, el fútbol «se nutre de la competitividad creada por los ascensos y descensos, la clasificación anual por méritos», así como de «las rivalidades y rituales históricos» entre equipos en las competiciones domésticas.
«Desde 2021, la Premier, junto con otros organismos futbolísticos, también ha reforzado sus normas y su gobernanza en este ámbito. La Premier seguirá participando en un diálogo abierto y constructivo, con todas las partes interesadas relevantes del fútbol, sobre la mejor manera de proteger y mejorar el equilibrio complementario del fútbol de clubes nacional e internacional», concluyó el comunicado.
Una visión que comparte con el Gobierno británico, que ya a los aficionados locales «cuando varios clubes intentaron unirse a la competición disidente en 2021». «Mantenemos la decisión y en 2024 presentaremos una legislación para que un regulador evite intentos similares», avanzó Lucy Frazer, ministra de Cultura y Deporte de Reino Unido.
Mientras, LaLiga dejó claro que la sentencia emitida este jueves «no avala» la creación de esta nueva competición y que tampoco «se pronuncia sobre este proyecto específico». Por su parte, su presidente, Javier Tebas, afirmó que le gustaría que el Gobierno español «fuese mucho más claro» ante una Superliga y un formato que sería «insostenible económicamente» si ofreciese sus partidos gratis, pidiendo «no engañar a la gente».
Las grandes ligas en Europa se alinearon en el rechazo a la Superliga, que tampoco tendrá el apoyo de la Bundesliga, Serie A ni Ligue 1. Desde Francia, el comunicado afirmó que «secunda »inequívocamente las competiciones organizadas por la UEFA«. »Nada puede sustituir la legitimidad, la credibilidad y el prestigio de las competiciones europeas tal como se organizan desde hace más de 60 años", defendió Vincent Labrune, presidente de la patronal.
«Estamos muy apegados a los principios del mérito deportivo que deben regir la organización de nuestro deporte, en el contexto de las clasificaciones para las competiciones europeas y, de manera más general, a los principios de ascensos y descensos», explicó. Y Labrune recordó para finalizar que «si el fútbol es hoy el deporte más importante del planeta es precisamente porque supo crear las bases para competiciones simples, claras y transparentes». «Nada puede ir en contra de este principio intangible que es poder dar a todos el derecho a 'soñar' y poder llegar a lo más alto de la pirámide deportiva», zanjó.
Por otro lado, la Serie A italiana quiso mostrar la fortaleza de su Liga y sus equipos mientras «profundiza en el alcance y los efectos jurídicos de la decisión publicada hoy por el Tribunal de Justicia de la UE». Además, la Bundesliga reconoce un nuevo escenario en el que «la UEFA y la FIFA están obligadas a revisar los criterios que ya han desarrollado» en cuanto a nuevas competiciones.
Sin embargo, la Liga alemana apunta que la decisión del TJUE «no significa que una competición como la Superliga deba necesariamente ser aprobada. La legalidad de la Superliga es un tema aparte». «La DFL apoya expresamente el modelo deportivo europeo y rechaza competiciones distintas de las organizadas por las asociaciones y ligas», añade, junto con unas declaraciones de Marc Lenz, director general de la DFL.
«Las ligas nacionales son la columna vertebral del fútbol profesional en Europa, en términos sociales, deportivos y económicos. La estructura piramidal del modelo deportivo europeo, los principios básicos y las regulaciones de apoyo, es decir, las regulaciones de costos, son una base crucial para el desarrollo positivo del fútbol europeo», apunta.
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