El acta del árbitro Jesús Gil Manzano reflejó que «una vez expulsado y cuando se dirigía hacia la salida del campo, el jugador realizó dos veces un gesto de desaprobación de la decisión arbitral, consistente en llevarse el dedo a la nariz, y apuntando después con el pulgar hacia el árbitro». «Cuando se disponía a abandonar el terreno de juego, repitió de nuevo el gesto mirando hacia el árbitro asistente Nº 1 y delante del cuarto árbitro», añade el acta.
El Barça remitió alegaciones por la primera amarilla que vio Lewandowski y por lo indicado en el acta sobre el gesto de desaprobación que hizo y en ambos casos argumentó la existencia de error material manifiesto, para dejar sin efecto la primera amonestación y para que su gesto tras la expulsión se considere como una muestra de disconformidad, no de desaprobación, con las formas del árbitro y por tanto no sancionable.
El Comité entiende que la prueba videográfica aportada por el club no contradice lo apreciado por el árbitro para mostrar la amonestación, ni sobre lo indicado en el acta por su gesto al ser expulsado. Según Competición, la conducta del jugador implicó «una desaprobación al colegiado del encuentro en términos de menosprecio o desconsideración, sin que las eventuales, y desde luego gratuitas por no probadas ni siquiera indicadas, formas del árbitro pudieran servir de justificación de aquella». «No existe pues error material manifiesto ni en la existencia de la conducta ni en la descripción y alcance que de la misma se hace en el acta arbitral», añade la resolución de Competición, que impone una multa accesoria al club de 700€ y de 600 al jugador, en aplicación del art. 52. La sanción, que es recurrible ante el Comité de Apelación, impedirá si se mantiene que Lewndowski juegue los próximos encuentros de Liga del Barcelona tras el Mundial, frente al Espanyol y el Atlético de Madrid y el debut del equipo en la Copa.
Piqué fue expulsado en el descanso del partido en El Sadar por decirle a Gil Manzano que era «el árbitro que más ha jodido» al conjunto azulgrana «con diferencia», según redactó éste en el acta, en el que agregó que el citado futbolista, una vez sancionado, también le dijo: «¡Es una puta vergüenza, me cago en tu puta madre!». Piqué, que había anunciado su retirada unos días antes, fue suplente en su último partido con el Barça y saltó del banquillo al terreno de juego tras la primera parte para protestar al árbitro, que siguió su camino hacia el túnel de vestuarios. El Comité de Competición, en aplicación del artículo 99 del Código disciplinario, le impuso cuatro partidos por insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas, con multa de 2.400€ y una accesoria al club de 1.400€.
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