La cita, que arrancará a las 16.00 horas, es de un carácter absolutamente trascendental para la suerte y futuro del Mercadal en la categoría autonómica (por contra, para los sollerics, la contienda carece de importancia a efectos clasificatorios). «Podría ser nuestro último partido en Tercera», recuerda el presidente del club, Toni Vila, para poner en contexto la auténtica dimensión del encuentro, y de ahí la decisión de no cobrar entrada a cuantos espectadores acudan al campo de juego rojiblanco, sin duda un factor que debe contribuir a que la afluencia se multiplique y con ello a generar el mejor ambiente y atmósfera posibles en favor de un equipo que ha protagonizado una excelente reacción en las últimas semanas, pero que urge de un último acelerón que precisamente confirme y convierta en algo tangible esa notable remontada en la clasificación (el Mercadal ahora es décimo tercero con 42 puntos, dos por encima del Inter Ibiza, octavo por abajo y que incluso también podría descender).
Precedentes
La medida adoptada por la directiva que lidera Toni Vila no es nueva en Sant Martí, y en el pasado además ya ha demostrado ser efectiva, puesto que la afición, tanto de Es Mercadal como del radio insular, ha respondido cuando el cuadro rojiblanco se ha visto en una situación de necesidad y el club ha promovido jornada de puertas abiertas, tal y como aconteció en 2015, en momentos en que el Mercadal se jugaba su presencia en la fase de ascenso a la antigua Segunda B (que finalmente logró disputar) o a finales del curso 2017, cuando la permanencia en Tercera se encontraba en serio riesgo. Ahora, se repite la coyuntura. Puertas abiertas para la salvación del Mercadal.
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