La fiesta en Es Castell fue incompleta, algo previsible por otra parte. La espectacular entrada registrada en el Municipal no vino de la mano con un resultado positivo para el Atlético Villacarlos porque el Barça fue sencillamente inalcanzable. El cuadro azulgrana dejó su sello con un fútbol de nivel aunque tuvo que esperar al final para cerrar el encuentro y es que el grupo de Víctor Valdés, ‘desterrado' ayer a un rincón separado del banquillo, tiene problemas con el gol.
El conjunto de Lluís Vidal fue valiente en el inicio, intentó morder arriba y tuvo una clara ocasión para dibujar otro escenario más favorable y aunque en el segundo tiempo perdió el sitio por momentos, batalló hasta el final -lo que pedía Vidal- frente a un rival de otra dimensión. El triunfo del Barça fue tan justo como inapelable aunque al duelo le sobró el tercer tanto que castigó en exceso a los locales.
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