La Unión ocupa el último lugar tras no haber puntuado en siete partidos. El club rastrea el mercado y no descarta fichar para intentar revertir la situación | Javier Coll

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Un recorrido de siete jornadas en Liga Nacional Juvenil ha bastado y sobrado para comprobar que el actual será un año de sufrimiento para la guarnición menorquina de cinco equipos que integra el grupo autonómico de la categoría.

De hecho, y cuando el torneo se apresta a consumir el primer cuarto de calendario, tres de nuestros representantes figuran en zona de descenso (UD Mahón, Penya Ciutadella y Ferreries), mientras que el otro par de equipos, Menorca y Villacarlos, han desacelerado tras un brillante arranque de liga y adivinan casi imposible la opción de pugnar el ascenso a División de Honor.

En una diagnosis, de abajo a arriba, parece evidente que el futuro no dibuja amable para la Unión. Último clasificado sin haber conseguido todavía puntuar, y si bien es cierto que José Luis Bahamonde se ha visto en la necesidad de recurrir a cadetes para componer semana a semana el equipo, el diferencial en relación a la zona de salvación empieza a ser considerable (a siete puntos del Manacor, conjunto que delimita el corte).

El club mahonés escruta el mercado peninsular y no descarta acometer un par de fichajes para robustecer la estructura de un grupo que sufre atrás (23 goles recibidos, la peor estadística de la liga) y al que tampoco la fortuna –y la última derrota ante el Constància por 1-2 en San Carlos es paradigmática en ese sentido– le está acompañando.

Dos puestos por encima reside el Penya Ciutadella, uno de los clásicos de la categoría. Antepenúltimo con 5 puntos (un triunfo para los de Lluís Simonet) y en el segmento 'conflictivo' de la clasificatoria, su situación, sin asemejarse a la de la Unión, es preocupante, más tras haber malgastado el reciente fin de semana una ocasión de sumar en feudo del Manacor (1-0), presumible adversario directo por burlar el descenso. Al Ferreries, en cambio (décimo quinto, 6 puntos), se le percibe cierta reacción tras un inicio con tres derrotas. Los de Joan Melià revirtieron ese mal comienzo con un par de victorias como locales (ante Penya y Manacor) y en la jornada previa rozaron su primer punto a domicilio. Destinado a sufrir, si mantiene Sant Bartomeu como un fortín, debe progresar en su batalla por eludir el drama.

Menorca y Villacarlos, por contra, escenifican el polo opuesto. Los azulgrana, aunque fueron destrozados el sábado anterior en su visita al Mallorca B (7-1), lucen como el mejor representante de la Isla (aunque con un partido más que el Villacarlos, al que rebasa por un punto). Su notable apertura (hizo 10 de los primeros 12 puntos que compitió), argumenta su posición, aunque la posibilidad de reeditar el histórico ascenso a División de Honor de un lustro atrás se advierte muy remota.

Villacarlos

El Villacarlos de Lluís Vidal, noveno clasificado con 10 puntos, y a falta de resolver su partido aplazado ante La Salle Palma, también ha perdido el músculo que exhibió en el arranque. Después de iniciar con tres triunfos, logró uno de los nueve puntos siguientes, demasiado margen a equipos como Penya Arrabal o Baleares, si bien su realidad es la más desahogada de entre el repóker insular en la categoría.

De lado, recordar que este jueves, 12 de octubre, se celebra la octava jornada, con derbi entre Menorca y Villacarlos en Maó, visita de la Unión a La Salle Palma, mientras que Penya, ante Platges Calvià, y Ferre, que recibe al Mallorca B, juegan en casa.