Raúl Marqués, en una imagen del partido frente al Llosetense, fue el autor del gol del único triunfo del Mercadal, frente al Santanyí. | Josep Bagur Gomila

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Ocho jornadas, tres puntos y colista. El Mercadal parece inmerso en un bucle del que creyó poder salir con cierta suficiencia tras la revolución que sufrió el proyecto en verano. Se abría una etapa con un nuevo y joven rostro en el banquillo -Julián Calzada- y la configuración de una plantilla de veintidós fichas, con un déficit de experiencia en la categoría -jugadores que concluían el ciclo juvenil o procedentes de Regional-, que compensó con el reclutamiento de exponentes de perfil contrastado en ésta y otras competiciones superiores como Guillem Martí, José Enrich o Rubén Carreras.

El inicio, sin embargo, no ha respondido a las expectativas que, en principio, no van más allá de conservar la única plaza que Menorca ostenta en la Tercera División. «No esperábamos estar descolgados a estas alturas, no tenemos equipo para estar ahí y sí luchando con los equipos de media tabla para mantenernos», habla Raúl Marqués (Ferreries, 1990). El centrocampista advierte incómoda la situación, pero apunta que «tenemos la experiencia del año pasado y en el vestuario los jugadores más experimentados sabemos gestionar la situación, llevar el grupo, tranquilizar a los nuevos y transmitir que si las cosas se hacen bien y trabajamos como hasta ahora los resultados llegarán».

El jugador, que cumple su novena temporada en Tercera -Ferreries (3), Penya (2) y Mercadal (4)-, reconoce que «se te queda cara de tonto» cuando al equipo se le escapan los puntos por enésima vez de la manera que aconteció ante el Platges de Calvià. «Los errores puntuales nos han castigado demasiado, si tuviésemos nueve puntos más nadie se extrañaría», reflexiona.

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