Llonga celebra el tanto que marcó al Campos el sábado | Josep Bagur Gomila

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Ganar y permanencia. Empatar y esperar. Perder y sufrir. El Penya Ciutadella se halla ante una trifurcación clasificatoria, cuya incógnita se desvelará el sábado, a partir de las 17 horas, en el campo municipal del barrio palmesano de Es Molinar.

El desenlace de la temporada en la Tercera División se divisa a tres jornadas para completar el calendario, aunque el equipo de Son Marçal está en disposición de avanzar su llegada a la meta establecida en agosto.

El desarrollo normal de la competición habría llevado ya la calma deportiva absoluta a la entidad ciutadellenca, pero la irrupción del 'factor Llosetense' ampliará probablemente en una las plazas de descenso (cuatro). La influencia de la Segunda B transgrede la normativa propia de la competición y el objetivo se fija en adquirir un margen suficiente respecto a la decimoséptima posición.

José Luis Villalonga 'Llonga', uno de los capitanes del Penya Ciutadella, explica que el ambiente del vestuario se ha transformado tras el inapelable triunfo del sábado frente al Campo (4-1). «Los rostros están más alegres, vuelven a gastarse bromas», descata, puesto que los últimos resultados habían sembrado de nuevo dudas. «Cuando pierdes o se te va una victoria que tenías en las manos como en el campo del Platges de Calvià es inevitable», razona.

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