Zurbagol somete al Formentera

Empezó muy bien el Formentera que ya en el primer minuto tuvo una ocasión para marcar. Cristian, solo, envió desviado cuando el gol parecía claro. No tardó Vadell en mostrarse como és, dando continuas instrucciones de pie en la banda. Con un Formentera claro poseedor del balón, un robo de Xavi en la zona de tres cuartos posibilitó una acción individual de Zurbano. El delanteró provocó falta con tarjeta en la frontal del área. Pau se encargó de ejecutar y el balón salió rozando la escuadra.

Era el minuto 18 de partido. Y del posible 1 a 0 al 0 a 1. Saque de banda, error en el marcaje y Pepe, solo en el segundo palo, marca para el Formentera. El dominio del rival pitiuso se hacía cada vez más patente, aunque sin crear verdaderas ocasiones de peligro. En el último tramo Raúl Capó arengó a sus compañeros y el público respondió con aplausos.

El Penya Ciutadella estaba dispuesta a tirar de carácter para levantar un partido de máxima exigencia en la jornada inicial del calendario de la Tercera División.

Se había cumplido el tiempo reglamentario del primer tiempo, cuando acaeció la jugada que cambio del rumbo del encuentro. Falta alejada del marco visitante, Pau envía hacia Enrich, éste manda hacia el área y Zurbano medio agachándose acierta a poner la cabeza y rematar lejos del alcance del cancerbero Marcos. Gol y, sin tiempo para más, a vestuarios.

El penya se crece

La segunda parte se inició de otro modo. El Penya, crecido, salió más agresivo y fue tomando terreno al Formentera. En otra falta colgada por Pau, el árbitro decretó penalti a favor de los locales. Zurbano no desaprovechó el lanzamiento y adelantó a su equipo.

En superioridad numérica -Óscar fue expulsado a raíz del penalti-, la última media hora fue para cerrar el triunfo frente a un Formentera que no daba su brazo a torcer. Le faltó al Penya algo más de temple para dormir el partido. Eric a punto estuvo de sentenciar, pero su cabezazo lo repelió el poste y Pepe a falta de cinco minutos realizó una parada espectacular para evitar la igualada.

Hasta el pitido final el Penya no respiró, pero mantuvo la serenidad para atar los puntos.