El Penya logró ayer la despedida soñada en esta temporada en su feudo. El conjunto que entrena Dani Mori logró vencer por 2-1 y en un encuentro titánico al Llosetense, durante muchas semanas amo y señor de la categoría y probablemente el mejor equipo que ha pisado el césped de Son Marçal esta temporada. No importó que las piernas ya flaqueasen en los últimos compases de partido a los ciutadellencs. Una inmensa galopada desde el centro del campo del joven Izan Canet sirvió para romper el 1-1 y otorgar tres puntos de lujo para un Penya que competirá hasta el último pistoletazo de la liga, pese a tener los deberes hechos desde hace muchas jornadas ya.
Un tanto muy protestado por los jugadores y nutridos aficionados del cuadro mallorquín que llegaría ya en el minuto 95. Estallido de júbilo entre los azulados y su parroquia y decepción y dos expulsiones para los de Óscar Troya, que deberán jugárselo todo en la última jornada ante la Peña Deportiva.
Y eso que no comenzaron muy bien las cosas para los de poniente. De hecho, nada hacía prever al principio que al final lograrían vengarse del 5-0 en Lloseta. El cuadro mallorquín mostraba de inicio ya su oficio y saber estar en el campo, con un fútbol práctico y de toque, llegando fácilmente a la meta de Biel. Así llegaría el 0-1 a los 18 minutos tras un gran centro de Oller y diana de Edu a placer tras una bonita triangulación. Los de Troya jugaban a placer y dominaban con la posesión del esférico ante un Penya que no se encontraba y que veía como el mismo Edu perdonaba el 0-2 a los 33'. Un minuto más tarde, gran pase largo de Rioja al segundo palo y gol de cabeza de Llonga (1-1). Rojals reaccionaba y enviaba el balón al larguero de falta directa, en un partido más igualado ya.
Tras pasar por los vestuarios, el partido siguió la misma tónica de intensidad, con un Llosetense muy ansioso ya que el empate le sabía a poco. Poco a poco los de Troya iban ganando metros a los locales, que jugaban con Fullana por Zurbano para contener. A los 69' Alex enviaba el balón a las nubes y dos minutos después Aitor Pons –el mejor sin duda–, perdonaba de chut cruzado. El Penya aguantaba el empate y el rival quería el gol, aunque con más corazón que cabeza. Entre el 77' y 81', primero Edu de cabeza y luego Tito volvían a fallar. El partido entraba en un peligroso toma y daca, con un Llosetense superior físicamente ya al Penya. Pero todavía antes del éxtasis con el 2-1 de Izan, Fullana obligaba a Mingo a lucirse.
La polémica llegaría ya en el minuto 90 en una triple ocasión visitante que entre el Biel y Enrich bajo palos solventaban, con protestas de los de Troya al creer que entró.
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