Los goles y el pichichi del CD Numancia en la figura de Sergi Enrich llegan, o mejor dicho, llegaban hasta el pasado domingo en Ipurúa, desde el banquillo. El delantero ciutadellenc se había estado reivindicando como el revulsivo del conjunto rojillo con sus cinco goles que había sellado saliendo al terreno de juego como suplente.
Enrich, tras salir de una lesión mal curada en los isquiotibiales y de la que ya está totalmente recuperado, se estaba ganando a pulso la titularidad en el 'once' de Juan A. Anquela, aunque sus números decían que el mayor rendimiento lo alcanza cuando sale desde el banquillo.
Pero el ex técnico del Granada en Primera División el pasado curso lo sacó de titular esta última jornada de la primera vuelta ante el Éibar, y no le defraudó. Enrich sumó su sexto gol con la zamarra del Numancia-el primero saliendo como titular- al protagonizar una pared con Luis Valcarce.
Suponía el 0-2 para los numantinos en un encuentro que acabó 1-2, un resultado que sitúa a los de Enrich en la zona de promoción de ascenso a Primera División con 31 puntos, reencontrándose así con el triunfo tras ceder en el primer partido del 2014 ante el Alavés.
De las 19 jornadas celebradas hasta el parón navideño, Enrich había participado en 17 partidos y sólo ante el Lugo y Alcorcón no jugó. A pesar de haber disputado 17 encuentros, sólo había sido titular en tres partidos, concretamente contra Sporting de Gijón, Mirandés y Recreativo. En las tres jornadas en las que fue titular no vio puerta jugando los 90 minutos ante el Sporting, 60 en Anduva ante Mirandés y 80 en Los Pajaritos contra el Recre.
El verdadero potencial de Enrich es cuando sale como revulsivo del banquillo. Así parece que lo había entendido Anquela en estas 19 fechas ligueras. Y es que Enrich, a pesar de ser el pichichi del Numancia, apenas superaba antes de final de año los 500 minutos de juego. Por los minutos disputados y los goles marcados era, sin lugar a dudas, el futbolista más rentable de la plantilla.
De las cinco dianas que lleva anotadas, tres se materializaron en acciones dentro del área y dos fuera. No obstante, Enrich, feliz por sus números, está dispuesto a cambiar la historia desde el tanto en Ipurúa. «El 'míster' me aseguraba siempre que jugaría cuando estuviese totalmente recuperado de la lesión, y así lo cumplió el domingo. Y yo, claro, le correspondí con el gol», exclamaba ayer desde Soria el jugador.
El menorquínseñala que «me encuentro espléndido ya de la lesión de la que recaí y esto me ayuda mucho porque entreno y juego con mucha confianza».
Enrich, que va camino de alcanzar una docena de goles a final de curso, cree que este será su año de «consagrarme y explotar en Segunda A. Estoy feliz en este club y esta ciudad y el entrenador confía mucho en mí».
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