El Mercadal desarrolla la mejor temporada de su historia, con fundadas expectativas de alcanzar la fase de ascenso a Segunda B y paradojicamente su actual directiva, que lleva desde el verano centrado en la tarea, no da con un relevo para la plana mayor del club. Asimismo, la indiferencia en la localidad centro insular en relación a los logros del equipo es palpable y un sector de su masa social incluso desliza la conveniencia de renunciar a la Tercera División. El Penya Ciutadella cumple su primer bienio en el estadio competitivo balear. Padeció un éxodo masivo de jugadores en verano, tendencia que continúa con la temporada en marcha. Tampoco su hinchada se ha incrementado en estos meses, sustancialmente y desde cualquier óptica los mejores en la historia del club. El Migjorn, nada más alzarse con el título de la Regional '2013 proclamó su nulo interés por ascender; el Ferreries, vigente campeón de la Copa insular y máximo candidato al éxito en el curso 2014, también desprende numerosas dudas ante la posibilidad de rescatar su plaza en la liga autonómica...
¿Qué ocurre con la Tercera División, otrora meta anhelada y ansiada por la totalidad de clubes menorquines? La gente no acude a los campos, desciende el número de socios, directivos y jugadores se agotan... El enlace entre el epílogo del siglo anterior y el albor del XXI ha sobresalido como una transición mortal para el fútbol modesto, cuyo escenario ha advertido una brutal erosión desde los 90' hasta la actualidad. Dos decenios para un descalabro de difícil repunte en el futuro. A continuación, y a modo de análisis, «Es Diari» ofrece su decálogo sobre el desafecto que padece en Menorca la Tercera División Balear.
1 TELEVISIÓN.La exuberante incursión de los canales privados en el mundo futbolístico, iniciada en el segundo lustro de los 90 y absolutamente implantada en la actualidad, es la principal causa del tremendo genocidio de espectadores advertido en los campos modestos. Fútbol casi a diario, varios partidos, de calidad, y con la comodidad que ofrece el resguardo de un techo. La balanza en el instante de decidir, (local o nacional) se declina con claridad.
2 PRENSA NACIONAL.El binomio Barça-Madrid aprisiona al resto de clubes de Primera. Al resto del contexto futbolístico sencillamente lo aniquila. La prensa nacional ha convertido las divergencias entre los dos 'grandes' en cuestión de estado y todo lo que afecte a ambos o su entorno se transforma en noticia. Más que nunca. Capta seguidores incluso al margen de su interés futbolístico... los mismos que quizá antaño acudían a los estadios locales como una suerte de acto social. Un porcentaje siempre interesante, inédito desde hace años y apartado este, derivado en cierta medida del anterior.
3 CRISIS. La crisis económica que causa estragos en todo el país ha azotado con fuerza a la versión más débil del balompié. Recaudaciones por taquillaje, número de socios, ingresos por patrocinio del sector privado y también público... todo ha menguado, lo que a priori deriva en una menor capacidad para conformar equipos potentes y revierte en un producto menos seductor si cabe para el aficionado. Un peligroso círculo cerrado...
4 RUTINA COMPETITIVA. El actual formato de la Tercera Balear no es del agrado de muchos clubes locales -y es el mensaje velado de los aficionados-, que abogan por reinstaurar el modelo de los 60', en que la competición se fragmentaba en dos fases, la primera de carácter exclusivamente menorquín y una segunda que concentraba en una liga de corto recorrido a los mejores equipos del archipiélago. Las rivalidades existentes en nuestra 'Roqueta' entre diversas entidades parece 'venden' más a ojos del público que no la visita de la mayoría de conjuntos mallorquines o pitiusos. Además, falta un Ibiza, un Baleares, un Badia, un Constancia o un Mallorca B... conjuntos siempre con cierto empaque y tradición, con más 'gancho'.
5 EVOLUCIÓN. Elitista. El Sporting era alumbrado en el 74 y la selección se ausentaba del Mundial. También en Argentina '78 faltó la 'Roja' de Kubala. Nuestros país no coronó ningún campeón de Europa entre 1967 y 1991... Casual o no, fue ese el mejor periodo del fútbol insular; en la actualidad España sobresale como la mejor selección del Mundo (nadie ha hilvanado triunfo sucesivo en Euro-Mundial-Euro), Barça y Madrid orbitan en el Top 5 del escenario internacional... por no aludir a la proliferación de partidos debido a la ampliación de la Champions o la eclosión de la Premier League, junto a la Liga BBVA distinguida la mejor del planeta. Una competencia imposible de mitigar por parte de la oferta insular... la distancia es demasiado abismal.
6 IDENTIFICACIÓN. Antaño los jugadores acostumbraban a cumplir prolongados ciclos en los clubes. Aún existen paradigmas al respecto, pero no es lo habitual (ahí está el caso del Penya Ciutadella de un año para otro). La afición de Menorca siempre ha gustado de identificarse con 'su' gente. Igual sucede con los rivales. Sevillano y Arabí en el Ibiza, Cerdà o Botubot (que ahora reside en la Isla) en el Baleares... al aficionado menorquín se le hace ahora dífícil reconocer propios y rivales, lo que abunda en el desarraigo de la grada hacia los equipos.
7 TRADICIÓN. Ni Penya Ciutadella ni Mercadal son equipos que hayan escrito su historia al resguardo del escenario balear, de la Tercera División. No cuentan con el trayecto ni la solera que sí acreditan una Unión Deportiva Mahón, un CD Menorca, un Atlètic Ciutadella o un CE Alaior, por referir a los clásicos. De seguro influye en la mentalidad de su gente, que no vincula grandes éxitos a un pasado glorioso en una competición a la que han arribado cuando ésta atraviesa su etapa de mayor decadencia.
8 MENTALIDAD. Admitido por una amplia porción del fútbol local. El jugador actual -no todos- exhibe una cierta indolencia ante según que sacrificios. Al margen, años atrás era importante y una meta erotizante jugar en la Unión, en el Menorca... Existía también la opción de labrarse un devenir mediante el balón. Muchos buscan ahora ese futuro marchando de la Isla. La implicación hacia los colores es exigua, sin obviar las migraciones académicas, que no pocos proyectos de futbolista han lastrado. Falta compromiso y deseo, lo que también palpa el aficionado...
9 MUCHOS CLUBES. Inherente a la idiosincrasia de Menorca. Cada pueblo va a lo suyo con su equipo propio (también de basket). Maó y Ciutadella, en principio las dos plazas con mayores posibilidades, presentan tres clubes cada una... ¿acaso alguno de sus habitantes negará el respaldo al club cercano para dar soporte a un Mercadal? Sí, alguno, pero no una mayoría. La Isla es de los lugares de España que mayor número de clubes cuenta por habitante... en Ciutadella, el Atlètic, que hace un bienio estaba en la UVI, todavía mantiene un soporte social superior al del Penya... en la Menorca futbolística, al 'vecino enemigo', ni agua, lo que mina el campo de acción de manera radical.
10 OFERTA DE OCIO. Prácticamente hasta los 80', cine, fútbol y baile eran casi las únicas y principales alternativas de ocio de la sociedad. A lo largo de los últimos quince años, y debido por la revolución tecnológica, esa realidad ha advertido una metamorfosis absoluta, multiplicándose de modo exponencial la propuesta de diversión en la población local y nacional. También la evolución de otros deportes han 'robado' parte de la grada al fútbol. Tenis, motociclismo o fórmula 1 son actividades de consumo masivo por parte de la afición. Igualmente el fenómeno ACB en la Roqueta, en sus antecedentes y en sus estertores (entre 2000 y 2012), restó mucha presencia al deporte rey, que tampoco ha podido burlar la inercia acomodaticia de la afición. Las prestaciones y calidad de vida del siglo XXI, así como la renovada percepción de la misma, chocan de lleno con un partido en la Isla en pleno invierno, más también con la retransmisión constante de fútbol de calidad en televisión. La globalización del mundo, en todos los sentidos, es un rival demasiado poderoso para el fútbol local.
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