Moll intenta frenar el avance de un jugador del Baleares en una secuencia del partido jugado ayer - Nuria Rincón

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Una polémica decisión arbitral apartó al Menorca de la senda positiva y de la posibilidad de puntuar por vez primera a domicilio. Los azulgranas sufrieron la expulsión del meta Fernando en una jugada -hubo falta- donde el delantero local quedaba alejado de la portería y que el auxiliar señalaba fuera del área pero que el colegiado convirtió en penalti y roja al cancerbero. Con el 2-1 y en inferioridad, los de Juan Romero no se vinieron abajo e igualaron el marcador para sucumbir en el tramo final ante el poderío físico del Atlético Baleares que sentenció a la contra con el cuarto gol.

El choque arrancó bien para los menorquinistas cuando Luis resolvió en acción personal y de tiro cruzado una jugada colectiva. La respuesta balearica fue inmediata con el tanto de Torres que dejaba todo en el aire y con dos conjuntos que buscaban el triunfo, con más ahínco los de Jaume Mut que no pudieron con el orden y la disposición del Menorca.

En el ecuador de la segunda parte llegaba la jugada decisiva, penalti y roja a Fernando y Manu que ejecutaba desde el punto fatídico para poner cuesta arriba las opciones menorquinas. Pero el Menorca no bajó los brazos y Ricky, tras un centro de Martínez, se anticipó a Jaume para cabecear y colocar un nuevo empate. En el tramo final, el Baleares se volcó en busca del triunfo. Cabrer hizo el tercero aprovechando un rechace y ya con el Menorca volcado a por el 3-3, Pepi resolvió una contra para sentenciar a los de Romero que no merecieron esa suerte final.