Afortunado. Inmensamente afortunado. David Pons Roselló, conocido por sus allegados como Tito. De Sant Lluís, 24 años. Una promoción de una conocida casa de apuestas de póker, patrocinadora del Real Madrid, le obsequió, tras sorteo, con un viaje de ensueño: ser un miembro más del Real Madrid en su gira veraniega por los Estados Unidos.
Quince días -del 28 de julio al 11 de agosto- a cuerpo de rey. Siete días en Los Ángeles, uno en Phoenix, cuatro en Miami y tres en Saint Louis. Compartiendo todo con el club con el mejor palmarés de la historia del balompié mundial. Aviones privados, hoteles, restaurantes. Tito, junto a otros dos agraciados aficionados -al póker- españoles, presenció los cuatro partidos de la gira -cuatro victorias- y los dos últimos, frente al Chelsea y el Inter de Milán, en el palco VIP.
"Ha sido una experiencia increíble en todos los sentidos. No he parado de hacerme fotos y recoger firmas en varias camisetas. La convivencia ha sido muy buena.
En los entrenamientos había más libertad para acercarnos a los jugadores", explica Pons Roselló.
Pero la vida sigue. Y Tito voló ayer hacia Palma porque hoy debe pasar las pruebas físicas. Es árbitro de fútbol de Regional Preferente. ¿Por qué en Palma? Porque estudia la carrera de Matemáticas. Y ahora, tras esta experiencia, quizá ponga en duda sus sentimientos en azul y grana.
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