Yeray. El entrenador del Mercadal está en una posición más débil por la marcha del equipo - Cris Llufriu

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De puertas afuera Yeray Rodríguez, técnico del CE Mercadal, ha procesado el mensaje de su presidente, Antoni Palliser, con la normalidad propia de este tipo de situaciones. Son aquellas en las que la posición del entrenador de un equipo se debilita cuando éste acumula resultados negativos y se cierne sobre él el peligro clasificatorio. Más o menos en esa misa coyuntura se halla el equipo rojiblanco.

Yeray, que cumple su cuarta temporada al frente del vestuario de Sant Martí, no se toma como un ultimatum las palabras de Palliser hace dos días en este diario, cuando señaló que si el equipo no sacaba adelante los próximos dos partidos habría que tomar soluciones por el bien del club. "Yo no siento ningún ultimatum, esto es fútbol y cuando firmas un contrato desde el primer partido ya sabes lo que puede suceder".

Sí admite Yeray que las declaraciones del presidente "me sorprendieron porque estuvimos hablando el lunes y no me comentó nada. Pero cuando un club o un presidente quiere echar a alguien lo hace y ya está, sin necesidad de advertencias. Él es mi jefe y yo acato lo que diga porque no depende de mi, la decisión no es mía". Sí subraya que "es más fácil echar a uno que a 22 pero nadie me podrá echar en cara que no trabajo o no hago el máximo posible porque estoy aquí mañana y tarde pero hay muchos factores que influyen".

El Mercadal está a cinco puntos del Ferriolense, que marca la última plaza de descenso si bajan dos o tres equipos de la Segunda División B. El joven entrenador canario ve la salvación al alcance "porque si no la viera estaríamos apañados; ya viví una situación peor en Ciutadella por eso no me obsesiono y sigo trabajando con normalidad para que el equipo lo haga lo mejor posible en Son Ferrer y gane el partido el próximo fin de semana".

Yeray, como también destacara el presidente, recuerda que "hay partidos en los que hemos jugado por debajo de nuestro nivel pero es que es difícil afrontar uno sin ningún central, entonces lo fácil es criticar al entrenador pero llevo cuatro años aquí y nadie me ha regalado nada". Reitera que "no me voy a poner a llorar por las bajas pero ese ha sido el mayor problema esta temporada".

Respecto a la falta de sensación de equipo que tiene el grupo, según la opinión del presidente, Yeray cree que "quiso decir que prima el individualismo pero cuando entrenas con pocos jugadores y no puedes trabajar lo que quieres luego no puedes hacerlo tampoco en el campo. ¿Cómo puedes trabajar la táctica con solo 10 jugadores en un entreno? al no haber oposición no hay exigencia y luego falta intensidad".

También se refiere a que su equipo sólo haya marcado dos goles en casa a balón parado. Yeray indica que "la estrategia la puedes trabajar horas y horas y lo hacemos con las jugadas que tenemos preparadas pero si luego no llega el balón al punto concreto no puedes hacer nada". De todas formas, "ahora no voy a hacer yo de presidente ni el presidente de entrenador".

Yeray asegura que su relación con la directiva es fluida, especialmente con los cuatro o cinco directivos con los que trata con más asiduidad, y se siente satisfecho por el trato que le dispensan. "Mi trabajo está a su disposición, ellos pueden hablar también con los jugadores y yo me dedico a lo que me corresponde".