fútbol ///Tercera División - jornada 25

El Mercadal cae sin paliativos en su visita a Na Capellera

Un gol de Javi Lacueva, que permitió empatar el duelo a la media hora, fue lo único positivo de un partido en el que los rojiblancos condenaron el arbitraje

Sin opción. El defensa Miquel Capó corta la progresión de un delantero del Manacor junto a David Mas - Onofre Riera

Onofre RieraEs Mercadal10/02/13 0:00

El Mercadal aguantó 45 minutos en el campo del Manacor. Los instantes en los que fue capaz de achuchar al conjunto local, e incluso neutralizar el 1-0, pero en los minutos finales del primer acto y en el segundo tiempo, el Manacor impuso una superioridad que, por ocasiones, pudo incluso quedarse corta. El Mercadal se mantiene en tierra de nadie, a siete puntos de la zona de descenso, y alejándose cada vez más de la zona alta.

El equipo de Yeray Rodríguez salió más metido que su rival en el duelo. De hecho las primeras ocasiones fueron rojiblancas, como un penalti por manos que no señaló el colegiado, aunque el gol cayó del lado local en un remate de cabeza de Sergio García en el minuto 28. El 1-0 pudo llegar antes pero una gran intervención de Cristian en un lanzamiento de falta de Barbón. No se amilanó el Mercadal, que en la siguiente jugada subió la igualada al marcador gracias a Javi Lacueva. El delantero mahonés batió cruzado y por raso ante la salida de Henrique Sánchez.

El empate no gustó a los aficionados de Na Capellera y espoleó a un Manacor que se estiró, desplegó su artillería y cerró al Mercadal. Con la posesión del balón y las ideas claras, los locales lograron el 2-1 en el 43 por mediación de nuevo de Sergio García, antes de que el colegiado señalara el camino hacia los vestuarios.

El descanso sentó muy mal a un Mercadal que nunca pudo atrapar al Manacor. Los locales querían cerrar el partido cuanto antes y asediaron la meta de Cristian. El premio manacorí llegó en el 54 y desde los once metros merced al acierto de Barbón.

No había noticias del Mercadal, que veía como su rival se adueñaba del balón e imprimía el ritmo del duelo. De hecho, Joan Marí se encargó de cerrar el marcador con el 4-1 definitivo, que pudo ser peor ya que los locales marraron muchas ocasiones.