El Penya Ciutadella está empañado en hacerse un hueco entre los grandes de la categoría, y ayer dio otro paso al imponerse en Son Marçal al Manacor que le sitúa momentánemante en la tercera posición. El ex Segunda B tuvo que claudicar ante un equipo que sólo ha cedido tres puntos en casa y que de nuevo realizó un partido serio, práctico y con la dosis de fortuna necesaria, pero en ningún caso inferior a su rival. Fue un partido calcado al de 15 días atrás ante el Llosetense aunque el Manacor no jugo tanto como aquél.
La primera parte fue equilibrada. Movimientos en los locales debido a las bajas, con Biel acompañando a Marcos en la medular y Chupi y Tòfol intercambiando sus posesiones más naturales. Empezó dispuesto el Manacor a mostrar su fortaleza, pero no consiguió imponerse a un equipo bien colocado y trabajador. Los mallorquines tienen velocidad, Barbón es su referencia y poco más.
Dos apuntes. A la media hora, cambio de posiciones entre Lluís, que pasó a la media punta, y Berto, más escorado en la banda, y la otra, aplausos para Jesús al detener un ataque del Manacor. Lo demás lo resume la estadística. Disparos entre los tres palos (0), ocasiones de peligro (0), saques de esquina (uno por bando) y posesión, prácticamente la misma.
El gol llegó en el último momento sin que fuera una jugada clara de peligro. Barullo tras un saque largo de banda, rebotes y en uno de ellos el balón toca la mano de Galmés. Penalty que indica el auxiliar al árbitro, lo lanza Berto y marca.
Como no podía ser de otra manera la segunda parte fue distinta y mucho más dinámica. El Manacor no tenía otra que irse arriba y el Penya se encuentra cómodo en esta tesitura. Sabe esperar porque su defensa es una garantía y salir rápido para sentenciar.
A los tres minutos, Biel tuvo el segundo pero desvió Henrike con la punta de la bota. Dos más tarde, error en defensa y Tòfol casi lo aprovecha. En el 55, el ' Messi' particular del Manacor, Barbón, lanzó una falta al palo.
La entrada de Albert volvió a colocar a Berto en su posición y la velocidad de Llonga a punto estuvo de dar su frutos pero su cabezazo a bocajarro lo salvó con una mano espectacular el meta Henrike.
Mori sacó a otro defensa (Xavi Enrich) porque Jesús se cargaba de trabajo. Barullos, tarjeta, y el Manacor se quedaba con diez. Poco más de veinte minutos estuvo Kike sobre el césped. Ventaja numérica y más tranquilidad. Y dos minutos después, con nueve tras otra expulsión. Por si fuera poco, zurdazo raso de Berto y Henrike que se la tragaba el segundo. Protestas manacorenses y aplausos para el Penya Ciutadella que sigue haciendo historia.
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