"Acabó siendo un mal sueño"

Recién ascendido a Tercera, el equipo pitiuso dirigido por este apasionado del fútbol es la revelación del grupo y el domingo cotejará su nivel con el Mercadal.

¿Cómo llega usted a Formentera?
Estaba en un campus en Eivissa y el presidente del Formentera contactó conmigo para dirigir todo el fútbol del club. Aún no habían logrado el ascenso, pero igualmente me dijo que le gustaría que trabajara con ellos tanto si subían como si no, y como siento debilidad por las Islas, y me pareció un proyecto con sentido común aquí estoy.

Siete fichajes, entre ellos el ex del Sporting Mourad, para un club que vuelve a Tercera 30 años después.
Sí, pero el grueso del equipo Regional sigue. Estoy muy contento.

¿Sorprendido por el rendimiento?
Yo no conocía al equipo y ha sido una sorpresa agradable ver como trabaja y compite. Quizás falte técnica o visión de juego, pero lo suplen con todo lo demás.

¿Salvarse es ya un objetivo menor?
El objetivo lo marcará la competición. Sin conocer tu propio potencial comparado con los otros, aspiramos a salvarnos para estar muchos años en Tercera después de 30 fuera de esta categoría.

El domingo llega otro equipo en buena dinámica, el Mercadal...
Es un plantel sólido con un entrenador como Yeray que conoce muy bien la Liga y jugadores de mucha talla que se han quedado en casa. Será difícil como todos.

¿Se ha igualado más la Tercera División tras la marcha de Constància, Binissalem o Sporting?
Sí, y también pienso que ha aumentado el nivel de juego respecto a cuando yo entrené al Ibiza en Tercera. La crisis ha hecho que muchos jugadores con nivel de 2ª B hayan preferido quedarse en casa, como Berto Vaquero, Jeroni o Rubén, en Menorca, por ejemplo. Casi todos los equipos tienen dos o tres jugadores muy buenos.

El fútbol balear está...
...en un momento dulce, con cuatro equipos en Segunda B que serían cinco si el Sporting no hubiera desaparecido, cuatro ibicencos en Tercera, dos en Menorca. Hay una salud deportiva brutal.

En Menorca no tanto, con la desaparición del Sporting y solo dos 'terceras', ¿no le parece?
En Menorca todo está muy relacionado con la economía. Han dejado desaparecer al Menorca Bàsquet porque ni las instituciones ni los empresarios le han dado la importancia que supone tener deporte de élite para promoción de la Isla. Es fundamental.

¿Qué recuerdo le ha quedado de su efímero paso por Menorca?
Agridulce. Muy bueno en el trato personal y en las expectativas que había pero al final acabó siendo un mal sueño, un desengaño.

Usted fue el primero en abandonar el barco y Segarra dijo que les abrió la puerta a los demás, ¿cierto?
Me salió la opción de trabajar cinco meses en el Instituto Nacional de Estadística. Fui el primero, pero lo que pasó fue inevitable sin cobrar como estábamos.

¿Ha cobrado?
No. Todo está en manos de los abogados y espero algún día cobrar del Fogasa. Hay una denuncia laboral, pero todo es muy lento.

Paco Segarra, el expresidente, dijo que usted era de los únicos que sí había cobrado una parte.
Del presidente no vale la pena valorar lo que dijo porque él mismo quedó autoretratado como un mentiroso. Yo cobré solo una parte, después de mucho llorar, como el resto. Lo demás me lo comí con patatas.

Pese al sabor agridulce de Menorca, ¿podemos volver a verle aquí?
Claro. No descarto venir a trabajar otra vez a Menorca. Tengo debilidad por las Islas.