Fútbol /// Jaume Cladera, presidente, y Serra Ferrer, máximo accionista, encabezaron la expedición con cinco jugadores

Ciutadella, mallorquinista

El club rojillo de Primera División se desplazó a la Isla para dar oficialidad a la Penya de Ponent

Actos. Los jugadores del Mallorca, Kevin, Nunes y Cendrós, fueron ‘asaltados’ por la chiquillería tras el acto institucional que tuvo lugar en el Ayuntamiento, con intercambio de obsequios entre el presidente y el alcalde, y más tarde en la sede de la Penya - Gemma Andreu

Santi GomilaCiutadella28/02/12 0:00

Ciutadella fue mallorquinista ayer tarde con motivo de la celebración del decimosegundo aniversario de la Penya de Ciutadella. A tal efecto una nutrida representación del club que preside Jaume Cladera fue protagonista en el acto institucional que tuvo lugar en el Ayuntamiento, y poco después en el encuentro social celebrado en el local de la Penya.

"Es un honor para Ciutadella recibir al club principal de Balears", dijo el alcalde Josep Maria de Sintas. Jaume Cladera aludió a la fuerza del fútbol para unir las islas y aventuró que "si cuando Richard Kane gobernó Menorca el fútbol hubiese estado ya inventado, quizás Menorca habría sido la introductora de este deporte en España y no Huelva".

Jaume Cladera, Llorenç Serra Ferrer, máximo accionista, y los jugadores Nunes, Pau Cendrós, Kevin, Bigas y Abdón, que fueron los grandes protagonistas en el acto social con la firma de autógrafos a los más pequeños, concentraron la atención de todos los presentes. En el Ayuntamiento, tras el acto celebrado en el Saló Gòtic, firmaron en el libro de honor.

La numerosa visita del Mallorca a Ciutadella sirvió además para rendir un homenaje a los ciutadellencs que han jugado en el RCD Mallorca: Diego Llopis (titular en el primer ascenso a Primera logrado en el campo del Levante) y José Fluvi 'Pío', que tuvo lugar en el local de la Penya.

Desde ayer la Penya Mallorquinista de Ciutadella se ha convertido en Peña oficial del club bermellón, presidida por Berto Gomila

Tras el acto instituccional celebrado en el Saló Gòtic, la fiesta continuó en el bar Bananas, sede social de la Penya y posteriormente en una cena en un restaurante de la ciudad.