Mal partido. El Mercadal jugó un buen primer y segundo tiempo pero tiró el partido en dos minutos - Archivo

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El Mercadal cayó con estrépito en su visita a Santanyí (3-1) en un partido en el que el colegiado Albiol tomó demasiado protagonismo y en varias ocasiones influyó negativamente en los intereses del los hombres de Yeray Rodríguez. El gran protagonista del partido fue el ex jugador del Sporting Mahonés, Dani Camacho, que debutó en el Santanyí siendo titular.

En la primera media hora el dominio fue alterno y los dos conjuntos se mostraron mucho respeto sin que dieran demasiadas concesiones. La mejor opción para los rojiblancos llegó a través de una falta lateral en el 23 que significó amarilla para Nico y que detuvo el portero sin problemas.

El Santanyí se despojó de las dudas en el último cuarto de la primera parte, engrasó la maquinaria y logró dos tantos entre el minuto 40 y el 42 que dejaron muy tocados al Mercadal. En el primero, Cristian se resarció de una clara ocasión fallada 60 segundos antes y empujó el esférico en boca de gol tras una preciosa jugada de Kiko, que penetró por la banda. Dos minutos más tarde fue el propio Kiko el que perforó la meta defendida por Barceló tras firmar una excelsa jugada personal.

En el descanso, Yeray Rodríguez, insatisfecho por como se había cerrado los primeros 45 minutos, quiso cambiar la dinámica y dio entrada a Marc y a Adri por Pulido y Lacueva. El equipo mejoró pero vio como el colegiado obviaba unas manos de Nico, que hubieran significado la expulsión y penalti, y dejó seguir el juego pero el remate de Héctor fue despejado por el portero local 'in extremis'.

Del 2-1 al 3-0, la sentencia

De lo que hubiese significado el 2-1 se pasó al 3-0 un minuto más tarde ya que Kiko, en posición más que dudosa, logró su decimotercer tanto que le eleva como máximo goleador de la competición.

El Mercadal, indignado, tuvo que soportar una amarilla a David Melià, que fue el encargado de recortar distancias al rematar un centro.

En los últimos 20 minutos los rojiblancos asfixiaron al Santanyí, que acusó haber estado dos semanas sin entrenar, pero la falta de acierto de cara el gol evitó cualquier remontada.