Al Alaior no le gusta el waterpolo

Con un terreno de juego muy pesado por las lluvias y muy encharcado, Alaior y Ferriolense medían sus fuerzas. Jugar al fútbol sonaba a odisea y, metafóricamente, se puede decir que al Alaior no le gusta el waterpolo. El esférico apenas circulaba, y las jugadas a balón parado, se podían convertir en la clave para intentar desnivelar la contienda.

La primera llegada local fue a cargo de Emi, pero su intento de vaselina no sorprendió a Fran. Los de Son Ferriol también avisaron y gozaron de una doble ocasión cerca del cuarto de hora.

Se adaptaban mejor sobre el rectángulo de juego los hombres de Espinosa. Golpeando el balón, en apenas tres toques, se acercaban a los dominios de Jesús. La mejor noticia era la tregua que había dado la lluvia, y el césped se empezaba a secar. El encuentro deparaba lo previsto, poco juego. En los últimos instantes apareció la lluvia, y se llegó al descanso con el 0-0 inicial.

Se reanudó el partido, y el recién ingresado Julián Calzada cabeceó a las manos del meta rival. Ambas escuadras hacían lo que podían sobre el terreno de juego, era muy difícil trenzar una jugada. Al cuarto de hora llegó la primera aproximación visitante, el disparo de Torrens fue repelido por el palo. Seguía el encuentro, no cesaba la lluvia, y las llegadas a las zonas de peligro eran inexistentes.

En el minuto 70, el Ferriolense volvió a avisar: Arbós se escapó por la banda, y su chut se fue fuera lamiendo el poste. Lo intentó Juli de golpe franco, pero Fran atajó.

Cuando parecía que no se movería el marcador, una contra rival la aprovechó Arbós para anotar el 0-1, en el minuto 85. Con el tiempo cumplido, Abel tuvo el empate. En el descuento un penalti sobre Abel, lo erró Juli con una gran parada de Fran.