Tal y como aseguró el técnico Luis Elcacho anteayer, la plantilla -en la figura del capitán José Ángel Moyano- y el mismo técnico fueron los encargados de explicar, por enésima vez, cómo están los ánimos, cuál es la visión de una plantilla que, por lo visto ayer en la sesión matinal en Bintaufa, sabe como abstraerse: hacen piña, se protegen con bromas en el trabajo a pesar del mal momento.
Quieren pensar únicamente en el fútbol. Pero la determinación de todos ante la situación ya es muy firme. El grupo ya no se andará con chiquitas y la huelga está más cerca que nunca del viejo Municipal.
El asesoramiento de la AFE ha sido discreto pero continuo, incluso desde la pasada temporada, a través de los capitanes mediante contactos con el delegado del sindicato de jugadores para los grupos II y III de la Segunda B. Ya entonces se tuvo conocimiento de las herramientas disponibles para que los jugadores no quedaran como simples sufridores en silencio: la huelga es un derecho al que el colectivo se puede acoger con una comunicación previa de quince días.
Significa fundamentalmente una pérdida deportiva de tres puntos para el club, que volarían hacia el rival, pero es un acto legítimo para dar a conocer la disconformidad ante el público en general y ante los directivos en particular.
Sin miedo y sin ambages
En el caso del Sporting, de no haber respuestas y forzando mucho el calendario, podría darse el parón en la decimotercera jornada (Sporting-Reus) o en la siguiente (Dènia-Sporting).
"Estamos en las mismas. La gente necesita cobrar. Nosotros escuchamos, entendemos, pero la necesidad es apremiante. En principio la intención es la de seguir informándonos ante la AFE. Pero convocamos una huelga. Eso se ha planteado. Podríamos hacerlo", indicó el capitán Moyano. Conocen la demanda del club de tener 10 días más de margen. "Bueno, hay gente que no puede esperar más y hace malabarismos. En caso de huelga, contarían".
Moyano no quiso entrar a valorar las informaciones contradictorias entre Sporting y Consell entorno a la aportación del ente insular. "Sinceramente, no he leído nada, pero cuando se dan estas situaciones, prefiero no saber, básicamente porque uno dice una cosa, otro dice otra, y ya no sabes qué creer ni en qué te puede repercutir. Simplemente nos queda hacer las cosas lo mejor posible y esperar a una reunión con AFE o a una posible huelga... O leer los periódicos y volvernos locos".
¿Ánimos de irse por parte de algún jugador harto de la situación? "Claro, cuando tienes que pedir dinero a tu familia, cuando no tienes para comer y te dicen que te dan 100 euros a la semana y es como quedarse sólo por comer... Te puedes imaginar cuál es el ánimo... Gracias a Dios tenemos un grupo impresionante, que apoya, que ayuda, que da impulso".
Pero, a la vez que se expone la situación abiertamente, también hay cansancio del tema. Y, encima, este domingo llega un histórico a Bintaufa, un Badalona sempiterno candidato al Play-off de ascenso. "Está claro. Tampoco tenemos que estar hablando todos los días de esto. Ya sabéis lo que hay, lo que piensa la plantilla. Nos interesa centrarnos en el tema deportivo. El estar cada día hablando de lo mismo acaba por descentrarte".
Y el partido. "Badalona es un equipo muy experimentado. Pero en Segunda B todos son complicados. Miras la clasificación y dos derrotas o dos victorias te ponen arriba o abajo. Pero jugamos en casa, nuestra mentalidad es la de ganar. Si después del punto ante el Mallorca B sacamos la victoria sería un buen paso para intentar sacar tres puntos después en la siguiente salida".
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