David Camps asalta la muralla del Son Ferrer con una volea en el descuento

Empiezan bien, corren, luchan y fabrican ocasiones, pero si estas no se transforman empiezan las dudas y vacilaciones. Buena parte de la veteranía del once del año pasado no estaba ayer sobre el verde de Sant Martí, se fueron el goleador Mario Mora, el organizador Berto Vaquero y el oscuro, pero efectivo, Igor, y ayer no estaban por lesión Sam y Gaimundi, la columna vital de la defensa, ni Marcos Vaquero ni Nene. Demasiado bagaje para un equipo que rebosa juventud e incluso talento, pero que se encuentra delante a rivales que aún con la etiqueta de recién ascendidos demuestran que el mercado de jugadores en Mallorca es inacabable y suficiente para asegurar la permanencia en Tercera.

Tras un primer cuarto de hora totalmente favorable al Mercadal en que Héctor, por dos veces, y Capó remataron con peligro ante Gabi, la primera intentona palmesana acabó en gol. Contraataque rápido, pase al centro, desajuste defensivo, y Fran que solo tuvo que empujar el balón a la red.

Con cuesta arriba, reaccionó el cuadro local y de nuevo Héctor, el más activo, Más y Adri pusieron a prueba al meta visitante Gabi que en el 36 paró providencial para su equipo un remate de Adri en boca de gol. Al descanso, un engañoso 0-1 no daba fe de lo visto en el campo, pero auguraba una tensa segunda parte.

La reanudación arrancó como la primera parte, con tres remates consecutivos a los que Gabi respondió formidablemente. En el 58 segunda amarilla para Jordi que dejaba con diez al Son Ferrer. Yeray quitó defensas, Biel y Óscar, y metió a David Camps como medida de emergencia, incluso hizo debutar al juvenil Juanlu, pero en este tramo fue cuando más y mejor se comportó el cuadro mallorquín hasta merecer no irse de vacío.

Sofi dio en el 80 un susto de muerte en un remate cruzado, y en el 85 Gabi se ganó el sobresaliente parando un balón imposible a remate de bolea de Héctor en la mejor jugada local, más brillante, aunque no tan efectiva como la que rubricó David Camps en el 91 al rematar de primeras un centro y dejar clavado al inaccesible portero mallorquín.

Logrado el mínimo premio del empate, los demás minutos de descuento fueron un ataque total del Mercadal que aún remató con rabia dos veces más, una la paró, como no, Gabi, la otra salió rozando el larguero. Al final aplausos para el equipo, que lo dio todo sobre el terreno de juego sin poder ganar.