El Sporting disputó ayer ante el CE Ferreries el segundo partido de pretemporada, un test que sirvió al técnico, Lluís Elcacho, para seguir haciendo pruebas de cara a encontrar el mejor once posible y a los jugadores para seguir acumulando minutos y coger el ritmo de competición.
El exceso de trabajo acumulado pasó factura a los dos equipos y en la primera parte apenas se vieron destellos de lo que deben ser ambas escuadras en sus respectivas competiciones. En los locales destacó la movilidad de Ton Alcover en el centro campo y el ímpetu del 'repescado' Ignasi Dalmedo en la punta de ataque. Precisamente suya fue la única acción reseñable en la primera mitad, cuando al borde del descanso remató desde dentro del área un balón que Mingo se encargó de desbaratar.
En la reanudación los visitantes perdieron el orden defensivo exhibido en el primer acto, en parte por la superioridad física de los blanquiazules, lo que se hizo más evidente con el paso de los minutos. Los cambios también revolucionaron el ataque del equipo mahonés y en el minuto 70 el debutante Arkaitz Ruiz, en el primer balón que tocaba, lo envió al fondo de las mallas al rematar en boca de gol un centro desde la derecha de Berto. Toni Corbella, que entró en la segunda parte, fue otro de los destacados y en sus botas tuvo el 2-0 en la recta final. Anteriormente otro de los nuevos, Genís Soldevilla, que actuó en la mediapunta en la segunda parte, dispuso de hasta tres ocasiones para aumentar las diferencias pero sin éxito.
Lejos aún de lo que quiere el técnico catalán, el Sporting arroja hechuras de un conjunto que quiere tener el balón y desbordar por las bandas, siendo el gol uno de los puntos que crea más dudas a día de hoy, ya que en defensa todo hace indicar que será un equipo rocoso y muy complicado de batir.
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