Ignasi Dalmedo (1992) recordará especialmente el partido del pasado domingo ante el Ontinyent al ser su debut oficial en Segunda División B con el Sporting Mahonés.
El jugador de Sant Lluís, que afronta su tercer año como juvenil en el Penya Ciutadella, equipo que alterna con los entrenamientos del Sporting, recuerda que "el jueves fui a entrenar como cada semana, de lunes a jueves, y por la tarde me llamó el entrenador (Joan Esteva) y me dijo que podría entrar en la convocatoria, que fuera el viernes a entrenar y mirara la lista. Después del entreno vi que estaba y fue una gran satisfacción".
El atacante, que esta temporada ya ha anotado veinte goles en diecinueve partidos en la Liga Nacional juvenil, señala que "tenía claro que era mi ilusión y no sabía si sería ahora, dentro de cinco jornadas o de diez, pero tenía claro que tenía que trabajar para conseguirlo y tener minutos".
El joven jugador, que sustituyó a Fullana en el minuto 79 y se desenvolvió por la banda izquierda, reconoce que "estaba calentando en la banda con los compañeros y la decisión me cogió por sorpresa. El míster me dijo que hiciera mi juego, que me daba su apoyo, que no me dejara intimidar y que aprovechara los minutos".
De su actuación afirma que "no tuve las opciones que me pensaba, tuve una que Marcos peinó, pero el defensa me adivinó la intención, y luego un remate en un córner que sacó la defensa", lo que unido al resultado final (1-3) hizo que el debut fuera agridulce.
"Cuando pierdes te queda esta espina clavada, recordaré que fue el partido en que debuté pero te duele perder. Ahora hay que seguir y luchar por el objetivo, que es la salvación".
En esta línea, Ignasi se muestra ambicioso y señala que "tengo que trabajar más y si el otro día jugué quince minutos, el próximo quiero jugar veinte. Estas oportunidades sólo pasan una vez y si sale bien y el míster confía en mí, hay que aprovecharla".
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