S.G.Maó21/01/11 0:00
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Pedro García y Miquel Capó dejan la disciplina del Sporting Mahonés. Ambos buscan más minutos de juego de los que disfrutaban hasta ahora, y ambos niegan que su salida sea por los problemas económicos que arrastra la entidad. Unos problemas que, por cierto, desde el club insisten en que deben solucionarse como mínimo en parte. "Di mi palabra y se cumplirá. A finales de este mes se pagará como mínimo una parte e insisto en que no habrá más de dos meses de retraso", asevera el presidente Paco Segarra.

Tanto Pedrito como Miquel Capó tienen lugar de destino. En el primer caso, retorno a la Gramanet, y en el segundo, fichaje por el Norteño. El delantero regresa a la que fue su casa, Santa Coloma. De hecho, antes de fichar por el Sporting, marcó el gol decisivo que salvó a su equipo del descenso la temporada pasada.

"Son cosas que pasan en el fútbol. Tenía buen feeling con Esteva, pero me lesioné al principio y después no tenía minutos y lo que quiero es jugar", indica un Pedro que no acabó de adaptarse a la Isla y, en cuanto a juego, tan solo ha marcado un gol en 791 minutos.

Reitera que "no es por el tema económico. Me han asegurado que me pagarán en febrero y el dinero no lo es todo. Lo que quiero es triunfar en el fútbol".
"Miquel puede volver"

En el caso del central Miquel Capó, el "disgusto" en el club es mayor. "Estamos muy contentos con Miquel. Deseamos que le vaya muy bien y tiene las puertas del club abiertas para volver", asegura Segarra. De hecho, Capó sigue vinculado a la entidad mahonesa como entrenador del Alevín F-11.

"Para mí es un reto. Estoy encantado con el club, pero necesito jugar, tener minutos. El Norteño me ofrece una oportunidad y quiero ir allí para intentar la salvación", asegura el central, quien no descarta "volver si va bien y vuelve a presentarse la ocasión".

Ahora, el club debe recomponer su plantilla, aunque la economía lo trastoca todo. Por de pronto, Joan Esteva seguirá con lo que tiene. El plazo para fichar en el mercado de invierno acaba a final de mes y, a pesar de que siempre se está atento a alguna ganga, la prioridad absoluta es ponerse al corriente de pagos.