Adri. El delantero bermellón, en una acción donde tuvo la oportunidad de marcar el empate a un tanto

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Chema Jaume Palma
De pesadilla. Ayer, jugar al fútbol era una mera quimera en Palma. Y lo de sacar un positivo resultado, pura utopía si un equipo empieza el partido con un gol en contra. Al Atlètic, justo le pasó esto de salida. Tras el saque inicial en el centro del campo, y con el fuerte viento como convidado de 'lujo' para este encuentro, una pérdida de balón del conjunto del Ponent se convirtió en una acción del Soledad que acaba en falta a su favor. Su lanzamiento acabó con el cabezazo del central Aitor, solo y libre de marca, que remató con placidez al fondo de las mallas.

Treinta segundos justos de reloj, y el Atlètic, ya por detrás en el marcador. Los locales, que en estos momentos son el equipo más en forma de la categoría junto con el Mallorca B (seis triunfos en los últimos siete partidos antes del partido de ayer). Y lo demostró no solo con el gol, sino con las ocasiones que empezó a tejer. El número nueve local se 'hartó' de marrar una y otra vez acciones claras de gol, al igual que Ivo, César Collado, etc. En unos casos, la falta de puntería de los rematadores y por otra las excelentes intervenciones del cancerbero del Atlètic, Adam, evitaron una mayor debacle de un once menorquín desorientado. Poco a poco encontraron los de Yeray Rodríguez su particular 'manual de estilo' para afrontar un partido de estas características. Y no le fue mal.

De hecho, gozaron de una clarísima opción para colocar el 1-1 en el marcador. Pero, el viento le jugó una mala pasada a la hora de que Adri pudiese controlar solo ante Mingo el esférico. El cancerbero local agarró el esférico, y justo un minuto después ya celebraba con sus compañeros el 2-0 de los suyos, tras remate en solitario del capitán local Xisco, en otro fallo de marca de los ciutadellencs. El partido no murió porque justo un minuto después, Paulo Reginatto se sacó de la manga un soberbio remate de cabeza, colocando un 2-1 al menos esperanzador.

Tras el descanso, ambos equipos siguieron buscando el gol, con desigual suerte para los rojillos, aunque sin demasiada continuidad, mientras que el Soledad, viéndolas venir, nadaba a favor de corriente. Primero, el tremendo y fortuito trompazo de Miki, que finalmente fue trasladado a un centro hospitalario, y después el gol de Xino, tras cabalgada del ex delantero del Arenal, cerraron ya de forma virtual un partido que siempre tuvo cuesta arriba el once del conjunto que entrena el joven técnico canario Yeray Rodríguez.

"Demasiadas dificultades"
El técnico canario del Atlètic reconoció a la conclusión del encuentro que en esta ocasión se encontraron con 'demasiadas dificultades, en lo climatológico, de concentración y encima a los treinta segundos nos marcan el primer gol. Esto te hace ir a remolque, ellos tuvieron diez minutos muy buenos en que nos podrían haber sentenciado, después nos recuperamos, gozamos de dos acciones muy claras para marcar, pero ellos nos hacen el 2-0. Conseguimos acortar distancias y a partir de aquí el partido se vuelve loco, ambos equipos nos lanzamos hacia puerta contraria. Pudo llegar el 2-2 pero al final llegó el 3-1 en una pérdida de balón nuestra. Aquí, junto con la lesión del jugador Miki, hizo que mis futbolistas se viniesen abajo'.

El factor climatológico derrumbó toda opción de jugarle al Soledad con sus mismas armas: 'teníamos claro que al Soledad, presionándole en zona de tres cuartos y jugándole al fútbol, iban a sufrir mucho. Pero claro, cuando te encuentras con este viento y el campo muy seco, nos hizo replantear las cosas y buscar el juego más directo, aunque ello no nos valió de mucho. Solo queda seguir trabajando con el grupo y seguir paso a paso', valorado de forma positiva a su rival 'es un gran equipo. Por algo, llevan esa racha de resultados a favor, y es de los equipos que todavía debe ir a más en esta liga'.