En la misma, promovida por la Asociación Cicloturista de Menorca, Izagirre disertará sobre ambos libros (también de otros ejemplares que abarca su bibliografía particular), que glosan la historia del Tour de Francia y del Giro de Italia, así como de sus protagonistas, los ciclistas, pero no desde un punto de vista estadístico y sí bajo una óptica más humana y terrenal.
«Lo que quiero contar es por qué el ciclismo me parece una materia prima buenísima para escribir; periodismo, literatura… y voy a contar un poco cómo hice ese trabajo, los viajes en bici que he hecho, las entrevistas, búsquedas en las hemerotecas... igualmente hablaré de la maravillosa galería de personajes que ha dado el ciclismo durante más de un siglo y de esa fuerza que tiene para la narración», detalla el autor.
En realidad, Izagirre no vacila en reconocer que «mi deporte es el ciclismo». Se dedicó a ello de modo competitivo «hasta los 20 años» y a partir de ahí «he viajado mucho en bici y sigo haciéndolo». Viajes largos que le han dado para escribir «sobre el Giro, el Tour, que es ciclismo de competición», pero también para culminar trabajos como «Pirenaica», «que trata sobre la vida en el Pirineo, en el que la bici es el medio».
El ciclismo es también para el que será gran protagonista en la velada de este viernes en el Claustre un modo para desconectar, un elemento troncal en su vida. «A veces estoy trabajando y necesito salir con la bici para despejarme, luego estoy más fresco de mente, más creativo. La bici es como una navaja suiza, me sirve para mil cosas; para escribir de ciclismo, para viajar, para despejarme, hacer deporte...», repasa.
De su vasto bagaje del mundo de la dos ruedas extrae, por otra parte, que en nuestro país falta «advertir mejor el lado lúdico de la bici, como sirve de instrumento para viajar, como medio de transporte; he viajado mucho por Europa, y en ese sentido creo que estamos muy ‘en pañales'». «Tenemos mucha cultura de ciclismo competitivo, pero hay que reivindicar otros usos de la bici; a mi me gusta mucho viajar y con la bicicleta, es una buena combinación», abunda Izagirre, una conclusión que no es sino un claro guiño al cicloturismo, esa variante del ciclismo que todavía conserva hábitos y comportamientos inherentes a como era la actividad hace cien años.
El escritor y periodista vasco, por otra parte, aprovechará la invitación de la Asociación Cicloturista para pasar una semana en Menorca, conocer sus sendas. «La verdad es que conozco poco del ciclismo de Menorca, me he preparado algunos trayectos, pero realmente vengo a conocer la Isla», explica.
En otro orden, planteamos a Izaguirre, versado como pocos en nuestro país en materia de ciclismo y cuyo conocimiento de vidas e historias relacionadas con el gremio es considerable, que nos cite a un ciclista, alguien especial. Alude al italiano y bicampeón del Tour «Ottavio Bottecchia». «A mi me interesan los ciclistas por la historia que tienen detrás, no por su palmarés. Bottecchia fue el primer italiano en ganar el Tour, y poco después de su segunda victoria apareció muerto. Era en los primeros tiempos de la dictadura de Mussolini y la principal sospecha es que le mató una escuadra fascista, aunque se desconoce lo que realmente ocurrió, pero es una historia que me gusta mucho, un ciclista surgido de la más absoluta pobreza, de la nada. Es una historia muy peculiar de la que cien años después se sigue hablando», concede Ander Izaguirre, para quien también, entre sus favoritos, se encuentra Roger Walcowiak, un corredor francés de origen polaco que siendo un desconocido ganó el Tour, en el 56, sin vencer una sola etapa, lo que motivó calificativos por parte de la prensa de la época poco amables (y que se acuñara el término ‘ganar a lo Walcowiak'). «Cuarenta años después, no hablaba de esa victoria ni con su mujer. Gana el Tour y se arrepiente el resto de su vida», cita el escritor de Donosti.
Por último, Izagirre radiografía y compara la diferente cultura deportiva que impera en España en relación a otros países como Francia e Italia. «Francia tiene una cultura deportiva más variada, tu coges «L'Equipe» y tienes en portada a una nadadora, un ciclista, también mucho fútbol, claro, pero es que aquí, no es que sea solo fútbol, es que todo es Madrid y Barça, y ojo, que a mí me gusta el fútbol, pero en ese sentido, la cultura deportiva en España se ha empobrecido mucho».
«Y de Italia, me da envidia como consideran el ciclismo parte del patrimonio cultural e histórico del país, existe un turismo basado en el ciclismo… una cultura mucho más trabajada que aquí, en definitiva». De eso y mucho más hablará y reflexionará mañana Ander Izaguirre; una ponencia de lujo entre los muros del Claustre.
«Albert Torres me parece un ciclista potente»
«Me parece un ciclista potente», indica Ander Izagirre sobre el menorquín Albert Torres. «Su especialidad, la pista, es poco apreciada en España, al igual que el ciclocross», sigue acerca del corredor de Ciutadella. «Ha estado en el Tour, Giro, Juegos Olímpicos, medallista en Mundiales... me da un poco de pena lo poco que se valora su palmarés», analiza el autor vasco, que evoca hace 15 días, «estuvo (Torres) en el Velódromo de Anoeta, y fue como un símbolo verle allí, junto a Sebastián Mora, fueron las estrellas».
El apunte
Periodismo, ciclismo y viajes, este viernes desde las 19.30
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