El ciutadellenc, en una muestra de orgullo, con el brazo vendado. | Helena Dias / Twitter

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El propio Twitter del Movistar Team Ecuador mostraba públicamente el orgullo de tener en sus filas a Albert Torres. Y no era para menos. El menorquín, que un día antes había sufrido un increíble atropello en la séptima etapa de la Vuelta a Portugal 2014, dio la cara en la octava ruta de ayer, la más larga de la ronda lusa, sobre 194 kilómetros de Sabugal a Castelo Branco. Y lo hizo el ciutadellenc con «muchos dolores», como reconoció a «Es Diari», y prácticamente todo el tiempo conduciendo su bicicleta con la mano derecha puesto que tenía serios problemas en el codo izquierdo, producto del accidente del día anterior. Y en esta etapa que era toda una apuesta para los hombres que deseaban tener éxito a través de una fuga, Torres consiguió aguantar y mantenerse en el pelotón hasta falta de 17 kilómetros, de la última vuelta, cuando pasaba por meta. Allí, saboreando  ya competir en el sprint, el codo de Torres dijo basta en una etapa ganada por Sergey Shilov, dorsal 114 | Lokosphinx. Él fue el más fuerte en el sprint final hacia Castelo Branco. Y Torres acabó en el hospital tras entrar el 117, a 10:07 y ser el 109 de la general, a 2:08:39 del líder.
acaba el 117 y 'contra' de 29km.


«Casi 200 kilómetros de tortura hoy (por ayer), mucho dolor pero con la ilusión de llegar a Lisboa», exclamaba feliz pero muy dolido Torres en el hospital y a escasas horas de correr la contrarreloj individual de 28,9 kilómetros, con salida en Oleiros y final en Serta. Una prueba en la que Torres tenía enormes ilusiones depositadas, pendiente al cierre de esta edición de los resultados médicos que le permitan o no correr.