Javi Zamora gesticula durante el último partido en casa frente a Amics Castelló. | Gemma Andreu - Gemma Andreu

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El Plantío será el escenario donde este miércoles (20.30h.) Hestia Menorca tendrá su primera piedra de toque en esta semana atípica de doble jornada. En la plaza burgalesa, los insulares se verán las caras contra Tizona, un «auténtico equipazo» que jugará a un «ritmo altísimo» y que ofrece una «resiliencia al fallo muy importante», señala Javi Zamora, entrenador del Menorca.

El cuadro radicado en Bintalfa quiere prolongar la buena racha iniciada en Ourense, una de las mejores del curso en cuanto a sensaciones y resultados, ante uno de los pesos pesados de la categoría. Zamora tiene claro que uno de los factores, entre otros, que explican este buen momento es el regreso de Marko Lukovic.

«Al inicio de la temporada construimos el equipo en torno a su veteranía», apunta el técnico madrileño en referencia al serbio. Su fractura en el pie desde la segunda jornada hasta la quinta y su posterior baja de tres meses hacía que el equipo careciera durante ese tiempo de «empaque competitivo» y su «presencia en el vestuario», además de «otros intangibles».

Marko Lukovic, en el choque ante Amics Castelló.

Dominar el rebote

El «espíritu valiente» de los hombres de Salva Camps, —exMenorca Bàsquet entre 2002 y 2005— obligará a los menorquines a brindar su «cara más competitiva» y evitar que se repita la derrota de la primera vuelta (88-95). «Hay que intentar controlar los flujos de anotación, sus primeros seis u ocho segundos de posesión y el rebote, ya que es un equipo que lo trabaja de manera excelente, especialmente el ofensivo», considera Zamora.

A su vez, el conjunto menorquín deberá estar atento a ciertos jugadores desequilibrantes como Lance Jones, máximo anotador de la liga con un promedio de 19,2 puntos, o Ramón Vilà y su capacidad de intimidación por dentro.