Se trata de un reto muy ambicioso para los de Chus Mateo, la guinda para una temporada espectacular en la Euroliga donde se han mostrado superiores a sus rivales hasta el momento, tanto en la fase regular como en la posterior serie de playoffs contra el Baskonia, que terminó con 3-0 a su favor.
El conjunto blanco comenzó el curso en el torneo venciendo diez partidos seguidos, una racha que se rompió en la visita al Fenerbahce turco, y acabó con 27 triunfos en su casillero, cuatro más que el segundo y el tercer clasificado y récord en el formato de todos contra todos. Además fue también el que tuvo mejor media de puntos anotados, de asistencias, de rebotes totales y de tapones; entre otros apartados.
Una superioridad colectiva sustentada sobre el talento individual de jugadores que brillaron por sí mismos. Así, el base argentino Facundo Campazzo fue elegido en el quinteto ideal y el caboverdiano Walter Tavares y el croata Mario Hezonja en el segundo de ellos.
Dadas las circunstancias, las expectativas de cara a la Final Four en la capital alemana son muy altas. Tanto como la dureza de los contrarios que forman un cartel de lujo, empezando por el Olympiacos griego en el primer enfrentamiento a todo o nada (viernes, 21:00 CET; -2 GMT).
La que será la reedición de la pasada final en Kaunas, ganada por el Real Madrid con una canasta agónica de Sergio Llull después de una gran remontada, supondrá una exigente puesta en escena pese a que el balance este año en el cara a cara es favorable por 2-0.
En caso de que se repita la historia, el oponente en el partido por el título saldrá del vencedor del cruce entre el Panathinaikos griego, segundo en la temporada regular, y el Fenerbahce (viernes, 18:00 CET; -2GMT), sexto.
Un cuadro de gran complejidad y seguramente con gran parte del pabellón en contra, por la mucha masa social que acompaña a los otros tres conjuntos implicados. Ese será un obstáculo, como también la ‘maldición' que dice que con el actual formato nunca acabó campeón el líder de la fase regular.
Confianza
Pese a todo hay mucha confianza, por el gran juego exhibido y porque casi todo el grupo estará disponible. En este sentido la única nota negativa será la ausencia por segunda edición seguida del argentino Gabriel Deck, que esta vez dijo adiós a la temporada tras lesionarse en un duelo liguero contra el Valencia Basket. Brindarle el triunfo a él y a Rudy Fernández, quien probablemente se retirará a final de temporada, es asimismo un aliciente.
Existe además la ilusión de seguir aspirando a todos los trofeos oficiales de esta campaña. Conquistada ya la Supercopa de España y la Copa del Rey; la Euroliga sería la tercera carta de un póquer que se completaría levantando la Liga ACB, donde ya está clasificado para las semifinales de los playoffs.
La Final Four arranca el viernes a las 18:00 CET (16:00 GMT) con el duelo entre el Panathinaikos y el Fenerbahce. Posteriormente, a las 21:00 CET (19:00 GMT), se medirán el Real Madrid y el Olympiacos. Los perdedores de ambos choques pelearán por el tercer y cuarto puesto el domingo y los ganadores lo harán el mismo día por alzarse como campeones.
2 comentarios
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manu menorcaTodo los y las deportistas son mercenarios, no ???
... pongamos esto en su justa medida... si la gana, no será él, sino el equipo merengue para el que trabaja como mercenario, el club es el que se pondrá la medalla, Sergi es sólo uno más, muy bueno, pero está en la nómina de los madrileños, que son los que lo explotan... quiero que al menorquín le vaya bien, pero en este caso le deseo suerte al Olympiakos...