Stevic conversa con Hannah en presencia de Arteaga; el ‘Big Three’ del Hestia Menorca quiere el playoff. | Katerina Pu

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La carrera por el playoff todavía no descarta al Hestia Menorca. Indiscutiblemente, la derrota del equipo insular en la Isla ante el Fuenlabrada, en el marco de la jornada 31 de LEB Oro, ocurrida el pasado sábado, ha reducido de modo exponencial sus posibilidades de acceder a las eliminatorias por el ascenso a la ACB, lo que indefectiblemente pasa por ocupar el noveno lugar. Sin embargo, estas todavía son tangibles, restando tres partidos para que agote el calendario.

El Menorca es actualmente duodécimo clasificado, con un récord de 13-18, igualado con el Ourense, que es undécimo debido a que tiene el averaje ganado al cuadro menorquín, y reside una victoria por debajo de Real Betis, con el que se enfrentará en el Pavelló tras su visita de mañana viernes al Tizona Burgos (el cuadro sevillano es décimo), y del Fuenlabrada, que es el equipo que a día de hoy cierra la zona de playoff (béticos y fuenlabreños cuentan con un 14-17 de récord).

Al Menorca, cuyo mayor beneficio de su derrotista jornada anterior fue que esta rezagó al Alimerka Oviedo (que tiene el averaje ganado a Fuenla y Betis, aunque estos le aventajan en dos partidos cuando quedan solo tres por jugar), precisamente apunta a suponerle un hándicap excesivo el coeficiente particular con ourensanos (ya perdido) y béticos (debería recuperar un +31 en el duelo directo de la próxima semana, que fue la diferencia por la que sucumbió en suelo andaluz).

En cualquier caso, no ganar ese partido, aunque se ganara en pista de Tizona (mañana) y Lleida (en la última jornada), prácticamente eliminaría al Menorca de cualquier ecuación. Las combinaciones también se complicarían de verse el equipo de Javi Zamora inmerso en algún triple empate en el que Fuenlabrada no estuviera por medio (e incluso con este enfrascado, no siempre prevalecería el equipo insular).

Trayecto

El trayecto del Menorca en pos de esa novena plaza también ansiada por otros tres equipos reclama ganar, por lo menos, dos de los tres partidos que restan, siempre que de ese par de victorias una ocurra ante el Betis (y de ser por esa diferencia tan necesaria como complicada de recuperar, -31, las opciones se incrementarían de modo sustancial).

Ganar los tres duelos, sin duda, engordaría más si cabe las posibilidades menorquinas de alcanzar el playoff en su primera temporada en LEB Oro (lo que en cierto modo concede mayor valía a lo que está realizando este equipo), pero en función de la talla de los dos rivales a los que debe visitar, Tizona y Lleida, y de la magnitud del objetivo por el que batallan, ambos a un triunfo del ascenso directo (y el Lleida acredita, con seis victorias consecutivas, la mejor racha abierta de la liga), es evidente que el escenario no es idílico y cuan dolorosa resulta, en perspectiva, esa reciente derrota ante el Fuenlabrada.

El hecho de haber caído solo por un punto en la ida ante el Tizona en Maó y en el supuesto de que quizá el Lleida ya carezca de margen para optar al liderato en la jornada final, son factores que alimentan ciertas expectativas en clave menorquina. Pero poco más, pues siendo realistas y atendiendo a las dinámicas (Tizona ha ganado trece de sus quince partidos de local en El Plantío, los últimos seis de modo consecutivo; Lleida encadena cinco victorias seguidas en el Barris Nord, donde en toda la temporada solo han ganado Tizona y Coruña), la empresa es ardua.

En lo que concierne al trío de equipos con los que el Menorca está en disensiones (deportivas) para ser noveno, su calendario tampoco presenta ningún ‘chollo'. Así, el Fuenlabrada debe recibir a Gipuzkoa y Valladolid y visitar a San Pablo Burgos; o sea, un claro aspirante al ascenso directo y dos rivales de nivel alto de playoff. El Betis, quizá el de horizonte más asequible, se medirá también con el cuadro pucelano y cerrará la temporada recibiendo al descendido Cáceres. Su única salida pendiente es a la Isla (esto es, un rival de playoff y dos, desde su óptica, totalmente batibles). Mientras que el Ourense debe jugar en su pista ante San Pablo Burgos y Estudiantes, y en la penúltima fecha liguera lo hará en cancha del ya desahuciado Clavijo.

Las cábalas e interpretaciones del calendario que pueda hacer cada seguidor, independientemente de sus preferencias, están ahí, pero en cualquier caso, y más allá de vaticinios posibles o favoritismos, los partidos deben jugarse, por lo que aventurar un posible desenlace en esta incierta lucha por ocupar la plaza que cierra el playoff, resultaría aventurarse un exceso, más allá de lo que la lógica sugiera. Pero es incuestionable que el Menorca, luego de sellar con holgura su objetivo de la permanencia, no está por nada descartado de la carrera por las eliminatorias de ascenso.