Sa Tintina ha empezado en casa su cuarto año en la liga EBA | Katerina Pu

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Sa Tintina Es Castell arrancó con derrota la temporada 2023-24, cuarta que el club cumple en Liga EBA, al ceder en su pista a mediodía de ayer frente al Mataró Parc Boet, 63-66. El conjunto catalán, en principio uno de los equipos considerados a competir por los primeros puestos del grupo C-B, hizo que la contienda declinase en su favor por pequeños detalles, en un final abierto en el que cualquier desenlace pudo darse.

El equipo menorquín facturó un mal porcentaje de tiro, apartado crucial en el análisis de la derrota, al igual que su inconstante tercer periodo, tramo del duelo en el que entregó una diferencia de nueve puntos y encajó 26 (48-57), lo que inrreversiblemente condicionó su puesta en escena en un último periodo en el que, a pesar de todo, incluso supo granjearse su opción final para ganar, que sencillamente se desvaneció por una mera cuestión de acierto (o de ausencia de ello, más concretamente).

El inicio de partido, sin embargo, hizo intuir un final más satisfactorio. Sa Tintina Es Castell, producto de una salida muy seria, y cuando ni tan solo había discurrido la mitad de primer cuarto, ya había logrado imponer un diferencial de +8 (10-2, después de un triple de Xavi Hernández), que obligó al Mataró a detener el partido. Fue esa la mayor brecha de la que disfrutó Es Castell a lo largo de toda la matinal.

La actividad a media distancia de Imanol Martinez y de Gerard Rodríguez permitió al cuadro del Maresme, que además empezó a saber contener los intentos de Es Castell de tratar de romper en velocidad, apretar el marcador (13-11) y, por tanto, de alterar el guion del partido, hasta ese entonces más del gusto del cuadro local (19-14, primer cuarto).

El Mataró había incrementado la tensión de su defensa, lo que quedó totalmente constatado en el segundo cuarto, en que limitó la producción local a 14 puntos en esos diez minutos. Un triple de Soriano para el 26-21, y un posterior acierto de Carlos Sintes (28-22), fueron acciones que escenificaron los últimos detalles de brillantez local hasta el descanso. El Mataró crecía (33-33, intermedio).

Y en el tercer cuarto, coincidió el momento más bajo de Es Castell en el partido con el mayor repunte visitante. Con 35-37, se señalizó una antideportiva a Javi Rodríguez (tal vez rigurosa), que aunque poco aprovechada por el Mataró (erró sendos libres), la acción significó una inflexión, puesto que desde ahí, la distancia en favor de los del Maresme se disparó (35-42; 48-57).

Es Castell, con todo en contra, supo reaccionar. Desde la defensa, puesto que sus rachas de acierto proseguían siendo irregulares, el cuadro de Oriol Pagès remontó, punto a punto, paso a paso, en el último parcial, hasta plantarse en el umbral del triunfo.

En un primer arreón, fundamentado desde el 4.60 por Soriano y Rodríguez, el equipo insular se acercó a –3 (56-59). Tal vez faltó frescura, pero la toma decisiones a partir de ahí derivó en ciertos episodios de precipitación, con algunos triples lanzados fuera de lugar restando aún más de tres minutos para el término del partido. Pero el colectivo local, cuando Mataró hizo de nuevo visualizar un plácido final para sus intereses (56-63), se revitalizó, se acercó y creyó otra vez. Un par de buenas defensas, un triple de Xavi, que despertaba a la grada y apretaba el guarismo al 61-63, y un acierto de Llufriu bajo tabla, tras superar la oposición y brazos de un par de rivales, para igualar a 63, restando menos de un minuto para la conclusión, valió para invertir radicalmente la situación.

Pero ahí frenó su reacción el equipo menorquín. Xavi, el mejor anotador ayer de Es Castell (finalizó con 17 puntos), en esta ocasión carecía de precisión y el hierro escupió su intento desde 6.75. A la siguiente posesión, Mataró, por medio de Arnau Peiró (15 tantos, hombre más productivo del cuadro del Maresme), no falló y estableció el 63-66 a menos de dos segundos.

Pagès pidió tiempo, diseñó la acción para Navas, pero su mejor especialista, bien defendido, apenas pudo generar un tiro forzado que no vio aro. Es Castell murió en el umbral del triunfo (63-66).