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El Bàsquet Menorca disputa hoy sábado ante el Castelldefels su penúltimo partido de Regular del grupo C-A de Liga EBA. Con la clasificación para las eliminatorias de ascenso a LEB Plata matemáticamente certificada tras vencer al CB Quart en suelo gerundense en el marco de la jornada anterior, el equipo dirigido por Oriol Pagès encara la cita, ante un rival que lucha por escapar del cruce por burlar el descenso, con la intención de sumar una nueva victoria, que además de significar la décima en sus últimos once partidos (un único tropiezo para los de Maó en lo recorrido de segunda vuelta), habilitaría un triunfo mínimo sobre El Masnou en la jornada final como preciso botín para blindar el primer lugar del grupo C-A, lo que le emparejaría, en la Final Four de Vic 'entre grupos', con el segundo clasificado del C-B.

De lo contrario, y siempre que El Masnou venza hoy (visita al Mataró Parc Boet), el Bàsquet Menorca se vería abocado a superar al todavía líder por +9 en Bintaufa en el partido final para desbancarle y hacer suya tan distinguida posición... pero eso son cábalas que en cualquier caso corresponden a un futuro inmediato. El presente se llama Castelldefels, que es undécimo con 8/16 de récord y aterriza en la Isla tras hilar tres derrotas, con lo que iguala su peor racha del curso. Sin embargo, la apariencia se distingue algo engañosa, en tanto que el conjunto catalán acredita una solvencia y eficacia lejos de su cancha digna de mención. De los ocho triunfos que totaliza, cinco los ha celebrado lejos de su pista, y alguno de auténtico mérito, como el cosechado en su visita al Arenys. Esta circunstancia, combinada con la urgencia de sumar que le atavía, convierte el compromiso en una cita de peligro para el Bàsquet Menorca (que salvo Jan Orfila, con problemas en la rodilla que le han obligado a trabajar durante la semana al margen del grupo, pero que en principio estará para jugar, cuenta con todos sus hombres en perfecto estado).

Los exteriores Jordi Boronat (16.4 puntos por partido; endosó 25 en la ida al Bàsquet Menorca) y Cristian Oliva (10.2) lucen como los principales resortes de amenaza de un Castelldefels que llega dispuesto a sorprender para quebrar su mala racha y despejar la sombra del descenso.