Apenas han transcurrido seis jornadas del calendario, pero el remanente de concesiones imprevistas del Bàsquet Menorca (2-4) debería darse por agotado en buena parte, si de ello dependen sus aspiraciones a competir por instalarse en las primeras plazas de la clasificación. En esta tesitura recibe esta tarde a un clásico de la canasta nacional, el Sant Josep de Badalona (4-1).
Ante esta coyuntura mejor agarrar el toro por los cuernos y atender al siguiente compromiso tras el escarmiento del domingo anterior en la pista del colista Barberà (76-72), en que el equipo pilló una pájara de campeonato y encajó un parcial de 18-0 (de 31-30 a 49-30). «No sé por qué motivo salimos confiados, tras el parcial nos enfadamos, fuimos remontando pero nos faltó tiempo para superarles», recuerda Biel Torres, aunque dispusieron de un par de posesiones para igualar o darle la vuelta al marcador.
El ala-pívot mallorquín desea que «hayamos aprendido la lección. En este grupo no puedes relajarte ante ningún rival porque te pasa por encima. Toda esta emoción está muy bien para el público pero no es lo suyo. Tenemos que llegar al final del partido con el trabajo casi hecho». En este sentido aboga por aunar el potencial individual que tiene la plantilla que dirige Oriol Pagès y que se refleje como equipo en su plenitud en la pista, algo que para Torres «aún no ha ocurrido en ningún partido. Un día brilla uno, al siguiente otro. A ver si nos ponemos de acuerdo de una vez, si todos tenemos el día podemos hacerle un estropicio al Sant Josep».
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